Lo cierto es que no solo es indispensable ponerse el cinturón, sino también llevarlo bien ajustado para que cumpla de forma plena con su función. Para ello, la Dirección General de Tráfico (DGT) recuerda que la banda diagonal debe pasar siempre por el centro de la clavícula, mientras que la horizontal tiene que ir por debajo del abdomen.
Además, otros aspectos que hay que tener en cuenta es no llevar el cinturón demasiado holgado ni retorcido, así como que el asiento no vaya excesivamente inclinado. Por último, no es aconsejable llevar abrigos o prendas voluminosas para que el sistema de protección se ajuste de forma óptima.
El efecto submarino y sus consecuencias
En caso de que suframos algún accidente mientras llevamos mal colocado el cinturón de seguridad podría producirse el denominado efecto submarino, es decir, el deslizamiento del cuerpo hacia abajo por el asiento, de forma que pasa por debajo de la banda horizontal del cinturón, saliendo despedido y pudiendo recibir un fuerte impacto.
Entre las posibles lesiones que podemos sufrir por el efecto submarino se encuentra, por ejemplo, que la banda abdominal del cinturón puede suponer una excesiva presión sobre el abdomen y otras partes blandas del tronco, lo cual provoca daños internos.
Si nos vemos lanzados de nuestro asiento y chocamos contra el salpicadero o la luna del vehículo podemos llevarnos unos golpes en la espalda y la pelvis, rotura de huesos como el fémur o contusiones en distintas partes de nuestro cuerpo.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete