Normas para 'escapar' a patinazos, sobrevirajes y subvirajes en carretera
Muy pocos conductores en España están acostumbrados a conducir en condiciones extremas como nieve y hielo, por lo que la inexperiencia puede jugar una mala pasada
Arvidsjaur (Suecia)
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Iniciar sesiónLa nieve y el hielo son dos de los fenómenos climatológicos más peligrosos en la carretera. En España, donde cada vez las olas de frío son más repentinas y duras, no estamos acostumbrados a conducir en condiciones extremas, por lo que la inexperiencia puede jugar ... una mala pasada. Por ello, reconocer y solventar las diferentes situaciones de peligro que se dan en la carretera, evitará sustos o accidentes.
Entonces, ¿qué deberíamos tener en cuenta si durante un viaje nos sorprende una nevada? ¿Cómo reconocer una placa de hielo? Para Luis Moya, bicampeón del mundo de rallyes y embajador de la marca Volkswagen, lo más importante es la anticipación visual, adecuar la velocidad a las condiciones de la calzada. «El 85 por ciento de la percepción viene de la vista, por lo que si no vemos a donde queremos llegar, no lo conseguiremos», explica Moya. «De hecho, hay que anticiparse siempre. Si miras lejos, vas a ir más despacio y mejorarás la situación a la que te enfrentas», añade; por lo contrario, «si te fijas en un punto de referencia muy cercano, llega antes y no tendrás tiempo a reaccionar», concluye.
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Incluso hay dos falsos mitos que rodean la conducción en nieve o hielo. El bicampeón subraya que son muchos los conductores que piensan «que se debe frenar despacio o a golpes», no obstante, «con cuanta más decisión pisemos el freno, a fondo, antes se detendrá el vehículo», subraya Moya. Es más, ante esto último, los expertos recomiendan pisar embrague y freno a la vez -tanto si tienes ABS como si no- con fuerza hasta que el vehículo se detenga por completo.
También se tiene la errónea idea de que «es mejor sentarse en una posición alta para tener una mejor visibilidad. Pero hay que sentarse bajo ya que lo que nos interesa es lo que se avecina en la carretera y no de qué color es el capó del coche», puntualiza.
Asimismo, «siempre se tiene que adecuar la velocidad del coche con la del lugar y situación meteorológica». Para ello, el copiloto de rallyes es uno de los encargados de ofrecer las pautas necesarias para superar con éxito patinazos, subvirajes y sobrevirajes. En un curso de conducción como la 'Volkswagen R Ice Experience', celebrada a escasos 100 kilómetros del círculo polar ártico en la localidad de Arvidsjaur (Suecia), todo aquel que lo desee puede perfeccionar su destreza al volante. Y en un circuito de más de 10 kilómetros sobre un lago helado es imposible no divertirse y aprender.
En primer lugar, si el vehículo patina con las ruedas traseras se produce el sobreviraje. La solución es girar el volante hacia el mismo lado al que se desliza el eje trasero (contravolante: enderezar la dirección en el momento en el que el derrape se empieza a corregir). Después se debe deshacer el contravolante para evitar que el vehículo inicie un giro brusco hacia el lado contrario.
Si se entra demasiado fuerte en una curva, las ruedas delanteras pueden patinar y el coche tiende a seguir recto. Es lo que se llama subviraje. Y para corregirlo no se debe girar el volante ni hay que levantar el pie del acelerador. Lo recomendable es esperar a que las ruedas delanteras recuperen el agarre.
Por último, si el vehículo patina, se debe disminuir suavemente la velocidad y mantenerla muy reducida. Además, viajar con un vehículo con ciertas capacidades off road o dotado con tracción a las cuatro ruedas, aumentará su capacidad para escapar de las trampas invernales. Y, por supuesto, si 'calza' unos buenos neumáticos de invierno, se asegura un agarre óptimo y seguro.
Por este motivo, el Volkswagen Golf R ha sido el compañero perfecto para este aprendizaje. Con una potencia de 320 CV y un par de 420 Nm -acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 4,6 segundos-, este deportivo se mueve sobre baja adherencia como pez en el agua. Obviamente gracias también a su tracción total con gestión selectiva del par de cada rueda -ofrece una dinámica y confort de marcha sin igual- y los neumáticos de clavos, pero resulta muy fácil reconducir un derrapaje o una dirección errónea. Incluso con todos los asistentes de ayuda a la conducción desactivados -así el aprendizaje es más efectivo-. Por no hablar de la rigidez de su chasis y componentes. Es fácil que una salida termine 'empantanando' el coche en la nieve del arcén, pero el Golf R sale de nuevo con soltura y sin un rasguño.
Por lo tanto, en una situación cotidiana, siguiendo las directrices adecuadas y conociendo unas nociones básicas de conducción, cualquier conductor sabrá 'escapar' ante cualquier trampa invernal.
Por ejemplo, una simple nevada, aunque no sea intensa, requiere una conducción especial y la utilización de neumáticos de invierno -se distinguen por el marcaje 'M+S'-'Mud and Snow' (barro y nieve)- o cadenas (según el tramo necesitarás unos u otros) ya que el agarre y la visibilidad es menor, se aumenta la distancia de frenado y la posibilidad de un patinazo o derrape. Así que reducir la velocidad, encender las luces y circular por las rodadas de otros coches, evitará que la situación pueda terminar en accidente. No se deben utilizar los pedales de manera brusca o evitar sobreactuar con el volante, maniobras que puedan desestabilizar el coche.
El nivel de nieve se indica a través de cuatro sencillos colores, para así extremar más la precaución en caso necesario. El verde significa que comienza a nevar. Cuando ésta ya cae de forma continua y comienza a depositarse en la carretera -las dificultades son mayores-, la señalización será amarilla. El color rojo predice que el asfalto se encuentra cubierto de nieve y, finalmente, el color negro, que el espesor de nieve en la carretera es abundante y estará prohibida la circulación por el riesgo de quedarse inmovilizado.
Pero encontrarnos nieve en el camino no es lo peor que puede suceder. Las placas de hielo son muy «complicadas de ver» y provocan la mayoría de los accidentes en la carretera. «A veces se puede ver algún brillo con el destello de los faros del vehículo, pero es inusual». Jorge Ortega , responsable técnico del Área de prevención y seguridad vial de Fundación Mapfre recomienda «intuir las placas, en vez de detectarlas».
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«Estas se encuentran en los arcenes o en carreteras que no tienen demasiado tráfico, donde da la sombra o en el interior de las curvas así que es fundamental evitar estas zonas o tomar precauciones», añade.
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