Expertos advierten contra los despistes tecnológicos y psicológicos ante la Operación Retorno

Este año la operación se centrará en evitar cifras de siniestralidad que ya se habían dejado atrás, y con el foco en las distracciones y el alcohol. Según los datos del organismo, las distracciones son, por quinto año consecutivo, el factor concurrente más frecuente en accidentes mortales (estuvieron presentes en un 31 por ciento de ellos), seguidas del consumo de alcohol (presente en un 27) y la velocidad (presente en un 25). La distracción presenta un aumento de 3 puntos respecto a 2019, mientras que el alcohol y la velocidad presentan un aumento de 2 puntos.

«A día 23 de agosto, el número de fallecidos en carretera y en las 24 horas posteriores al siniestro está aumentando un 20 por ciento respecto a 2020, pero disminuyendo un 8 por ciento respecto a 2019, siendo éste último año probablemente más representativo que el extraordinario 2020», explica a ABC Jesús Monclús , director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación Mapfre . Cifras a las que, por su parte, el director de Seguridad Vial del RACE , Antonio Lucas, pone como consecuencia «de no ir atentos a las circunstancias del tráfico, y cuando se juntan muchos vehículos en un período muy corto de tiempo, como lo será esta Operación Retorno, en cualquier momento puede surgir el incidente».

«Es difícil explicar el aumento progresivo de la participación de las distracciones en la siniestralidad, si bien podría apuntarse que mientras se hace énfasis en el control de la velocidad y la alcoholemia y otras drogas, controlar las distracciones es aún una asignatura pendiente», explica. Y añade que «el uso en general del móvil y la conectividad está aumentando en los últimos años y las distracciones internas provocadas por la pandemia se suman a las que ya teníamos todos en la cabeza: mayor estrés laboral o por falta de trabajo durante este último año y medio, mayor complejidad de la conciliación familiar, temores ante posibles contagios, vacunaciones, impacto del confinamiento y las medidas de prevención en nuestra vida social, personal y sus impactos en la salud mental».

Por lo tanto, para tratar de minimizar el número de accidentes, Tráfico ha dispuesto un gran número de efectivos para vigilar el debido cumplimiento de las normas: 13.000 agentes de la guardia civil, 780 radares fijos para el control de velocidad -92 son de tramo-, 545 radares móviles, doce helicópteros, 39 drones para la regulación y ordenación del tráfico -23 de estos drones tienen capacidad de denuncia-, 15 furgonetas camufladas y 216 cámaras de control de móvil y cinturón de seguridad. Pero no solo con efectivos se resuelve la problemática.

Monclús relata que se debe «incluir módulos de concienciación sobre los principales factores de riesgo, con énfasis en las distracciones, en la formación de nuevos conductores e impartidos presencialmente por personas afectadas por siniestros de tráfico; aceptar que una conversación con un teléfono manos libres distrae tanto como cuando se sujeta el teléfono con la mano (si bien esto último añade la dificultad de actuar sobre los manos del teléfono, el mayor riesgo de desviar la mirada de la vía, etc.) y, simplemente, olvidarnos del móvil mientras conducimos». Por último, «utilizar técnicas de 'atención consciente o plena' (en inglés, mindfulness) aplicadas a la conducción, para reconocer situaciones en las que podamos estar conduciendo distraídos o afectados por cualquier otro estado mental o de ánimo peligroso (estrés, ira, impulsividad...)», manifiesta.

Los millones de conductores que se lanzarán a la carretera este fin de semana para realizar cualquier tipo de desplazamiento deben tener en cuenta varios puntos importantes a los que prestar atención para evitar distracciones al volante, según el RACE. Dejar fuera del vehículo las preocupaciones personales ya que distraen frecuentemente al 56 por ciento de los conductores -el tipo de distracción que más accidentes y situaciones de riesgo provoca-. Mantener siempre las dos manos al volante ya que no solo se manipula el móvil o la radio. Existen también las distracciones más tradicionales, como fumar, asearse o buscar algo en la guantera. Y nunca se debe apartar la vista del tráfico y la carretera. Un 38 por ciento reconoce desviar la atención del tráfico ante un accidente, provocando que se produzcan nuevos accidentes. A 120 km/h se recorren unos 100 metros en 3 segundos, distancia similar a un campo de futbol.

También «deben recordar una serie de consejos», detalla Antonio Lucas. «Antes de salir, un chequeo rápido del vehículo -sobre todo los neumáticos así como líquidos refrigerantes y limpiaparabrisas-, consultar las circunstancias climatológicas que nos vamos a encontrar y repartir la carga y los pesos de forma correcta. En concreto, es muy importante, si viajamos con niños, utilizar siempre los sistemas de retención adecuados; y si es con nuestras mascotas, tener clara su ubicación. Por último, ya en carretera, respetar la distancia de seguridad, estar atentos al tráfico, no intentar ganar tiempo, y, por supuesto, nada de mezclar alcohol y conducción», subraya.

Por su parte, el director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación Mapfre, añade que se debe «dejar el teléfono en el maletero del coche y consultarlo únicamente durante las paradas de descanso, las cuales deben hacerse cada dos horas o antes. Asimismo, 'vigilar' nuestra mente y evitar sumergirnos en pensamientos complejos o preocupantes…». Asimismo, también «fomentar nuestra capacidad de autocontrol para evitar distracciones producidas por otros pasajeros», concluye.