Estudian recurrir la nueva ordenanza de movilidad de Madrid por considerarla discriminatoria

«Vamos a estudiar la viabilidad de impugnar la ordenanza de movilidad», explica la abogada Itziar Garcimartín , que ve en ella «una injusticia» que tendrá «efectos negativos para la economía y el empleo» al limitar el acceso a arterias principales de la ciudad.

También consideran una discriminación que, pese a que todos los conductores pagan el impuesto de circulación, unos puedan acceder al centro en episodios de contaminación y otros no, en función de la antigüedad de su vehículo. «Hay personas que no van a poder acceder a muchas zonas de Madrid y pese a ello van a tener que pagar lo mismo », asegura.

El plan del Ayuntamiento contempla un gran área de prioridad residencial y cero emisiones, Madrid Central. En este espacio impide el acceso al centro al tráfico privado de los no residentes, a excepción de los coches Eco y Cero , quienes acudan a un aparcamiento así como colectivos que también entrarán como invitados de los vecinos, transportistas, personas con discapacidad o equipos de emergencia, entre otros.

Esta ordenanza entre otros aspectos reduce a 30 kilómetros por hora la velocidad de las calles de un carril por sentido, el 95 %, el uso de los patinetes eléctricos o las restricciones de Madrid Central, según informa Efe. También limitará el aparcamiento de las motos, que en el distrito Centro no podrán estacionar en aceras que tengan banda de aparcamiento, una limitación que se irá extendiendo al resto de la ciudad a medida que se creen zonas reservadas para motocicletas. Hasta entonces las motos podrán aparcar siempre que dejen un espacio de tres metros para el paso de los peatones.

El texto, que fomenta modelos de movilidad no contaminantes , busca también ordenar el espacio urbano vaciando de obstáculos las aceras, donde se garantiza un espacio mínimo para el peatón y los usuarios de silla de ruedas.

Este texto regula por primera vez la circulación de los patinetes eléctricos, que podrán transitar por casi toda la ciudad salvo los ciclocarriles y aceras, donde bicis o patines deben ir al ritmo de los viandantes, es decir, a 5 kilómetros por hora, así como girar a la derecha con el semáforo en rojo.

La movilidad compartida se regula por primera vez, de manera que el Ayuntamiento podrá adoptar medidas para equilibrar territorialmente estos servicios y limitar el número de vehículos en el espacio público por motivos de seguridad.

En el caso de los sistemas de bicicleta compartida, ligados a una actividad de explotación económica , no podrán ocupar más del 50 por ciento de las plazas existentes en una reserva de estacionamiento.

Para su implantación, necesitarán autorización que se concederá a través de concurso y tendrán que cumplir las condiciones de seguridad , estar homologados, tener mantenimiento y contar con seguros, entre otros requisitos y en una situación similar estarán los patinetes eléctricos de alquiler.