Mercedes-Benz GLC, el SUV de lujo polivalente

La marca alemana, a pesar de estar asociada con el lujo, produce unos de los todoterrenos más capaces del mundo. El Clase G está, junto con el Land Rover Defender, el Jeep Wrangler y el Toyota Land Cruiser, en el Olimpo de estos modelos. Además, el camión Unimog es lo que se envía cuando un vehículo pesado tiene que llegar a un lugar sin asfaltar.

Lo que sin duda era inesperado para mí era estar colgando sobre una cornisa a 35 grados de inclinación con un neumático sin tocar la tierra en un GLC, el SUV de lujo que es más frecuente ver a la hora de salida de colegios privados que en una ruta 'off-road', pero ahí estaba, con un pico de ansiedad. A mi lado, el ingeniero alemán de Mercedes, Ewald, se reía.

Todo esto era una manera de la marca de demostrar la capacidad del nuevo vehículo, que cuenta con un modo 'off-road' —a través de él, se puede ver la inclinación vertical y horizontal, así como activar el control de descenso— y que, gracias a su motor eléctrico, puede subir prácticamente por cualquier superficie.

Mercedes es una marca en la que destaca la ingeniería, ya sea mecánica o de software. La centralita del nuevo GLC es capaz de determinar cuánto par necesita cada rueda en todo momento, convirtiendo a la experiencia en algo casi automatizado. Por ello, y porque lo había probado más de 30 veces, Ewald estaba completamente relajado en nuestro circuito.

Sin embargo, el GLC no es un vehículo que se vaya a destinar a ese uso, por más modo 'off-road', suspensión neumática regulable, eje trasero direccional o motores eléctricos que tenga. Es reconfortante saber de lo que es capaz, pero casi ninguna persona se arriesgará a dañar su SUV de más de 60.000 euros en un terreno accidentado.

Lo que sí es es una mejora de en prácticamente todos los aspectos con su antecesor, del cual se han matriculado 2,6 millones de unidades en todo el mundo. Quizás lo menos arriesgado haya sido el diseño exterior, pero las marcas premium alemanas —y Mercedes la que menos— no son conocidas por sus diseños atrevidos. Sutil, sobrio y elegante son las palabras clave del 'briefing' de sus diseñadores.

Las novedades están por dentro: el habitáculo está presidido por una gran pantalla central de 11,9 pulgadas —hay iPad más pequeños— y las líneas son más modernas que la generación anterior. Sin embargo, la más importante de ellas es la llegada de las propulsiones híbridas enchufables.

Sí, todavía es posible adquirir los motores diésel y gasolina tradicionales, pero estos están asociados a un motor eléctrico de 48 voltios que les concede la etiqueta Eco de la DGT. También mejoran ligeramente sus consumos, pero con un todocamino de tracción total y 1.800 kilos, esa debería ser la menor de las preocupaciones.

Ficha técnica Mercedes-Benz GLC

Motores: diésel y gasolina mild-hybrid e híbridos enchufables hasta 381 CV

Largo/ancho/alto (en metros): 4,71/1,89/1,64

Maletero: 600 litros

Aceleración: de 0 a 100 km/h en 6,2 segundos

Velocidad máxima: 240 km/h

Precio: desde 58.150 euros

En el caso de los enchufables, estos añaden 400 kilos más al total, pero lo suplen con la potencia adicional —se notan particularmente en las cuestas abajo— , que llega a 381 CV en el gasolina. Esta cifra será superada cuando lleguen las versiones AMG, pero tiene potencia de sobra.

Los precios parten de los 58.150 euros, y, como vehículo polivalente en el que se nota la calidad y los acabados, es evidente que Mercedes va a vender muchos alrededor del mundo. Y cuando lleguen al mercado de segunda mano, no se sorprendan si los ven haciendo una ruta 'off-road'.