Impreza ecoHybrid, con etiqueta ECO y tracción total

Estéticamente, los cambios son pequeños respecto al anterior Impreza. El principal está en el frontal, con una nueva toma de aire que lo recorre, presidiendo una parrilla rediseñada. Asimismo se han rediseñado ligeramente los grupos ópticos LED, aunque mantienen su forma en C, un guiño, según recuerda la marca, en homenaje a la forma del motor Boxer emblema de la marca. En el interior, los cambios son aún más sutiles, con un nuevo diseño en los paneles de las puertas . Se mantiene la buena presencia del habitáculo, con abundancia de materiales blandos al alcance de la mano, y la sensación de que todo está hecho para durar.

En el ámbito mecánico, sin embargo, las novedades son de mucho mayor calado. El Impreza ecoHybrid incorpora el sistema híbrido de Subaru, que conjuga su icónico motor Boxer de cuatro cilindros, ahora de 2.0 litros y 150CV , y una transmisión automática Lineartronic, que incluye un segundo motor, éste eléctrico, de 16,7CV. Éste es alimentado por una batería de ion litio de 118V, que se recarga mediante la frenada regenerativa o mediante el motor térmico funcionando como generador. Una segunda pantalla en la consola central permite consultar qué motor está en funcionamiento en cada momento de la conducción -o si lo están ambos- así como el estado de carga de la batería.

La tracción es total y permanente, de tipo Symmetrical AWD, que promete satisfacer con solvencia cualquier aventura fuera del asfalto o sobre terrenos resbaladizos. El conjunto mecánico es un 30% más potente que el anterior Boxer 1.6 de 114CV -con brío más que suficiente para el día a día, pero no especialmente deportivo-, y ofrece un 30% más de par, con un consumo un 2,5% menor. Eso sí, no es especialmente bajo, dado que homologa 7,7 litros a los cien y, durante nuestra prueba (con gran parte en autovía, lo que penaliza a las mecánicas híbridas) rondó los nueve litros.

A los mandos, se siente deja notar la buena calidad de rodadura, gracias a un excelente trabajo realizado en las suspensiones -sujetan bien en curva y a la vez son confortables al afrontar un resalto- y al óptimo reparto de pesos sobre la plataforma, que ofrece además un alto grado de rigidez. Subaru ha optado, además, por ofrecer por primera vez levas en la columna de dirección para jugar con la transmisión. Ésta, de siete velocidades y tipo CVT, adolece por lo demás de la linealidad de este tipo de elementos mecánicos, y hace que el conjunto mecánico sea ruidoso al acelerar.

El único acabado disponible es el ya mencionado Urban. El equipamiento de serie incluye el completo paquete de sistemas de asistencia EyeShigh t -con mantenimiento de carril y mantenimiento de la distancia respecto al vehículo precedente- así como asistente de cambio de luces largas y cortas y cámara de visión trasera, entre otrs equipamientos. El sistema de infoentretenimiento, accesible mediante una pantalla central de 8 pulgadas, es compatible con Apple Car Play y Android Auto, a los que se debe recurrir sí o sí para tener un sistema de navegación (Subaru ha optado por no ofrecerlo en España).