El Grupo Volkswagen controlará su suministro de semiconductores
Para evitar cuellos de botella, ha llegado a acuerdos de suministro directo para elegir concretamente las piezas electrónicas que requiera
Hoy en día, el valor de los semiconductores de un coche está en torno a los 600 euros. Se estima que para 2030 esta cifra se duplique. Después de los cuellos de botella que se produjeron a raíz de la pandemia, en los ... que la escasez de estos preciosos componentes supuso parones productivos a lo largo del mundo, es normal que los fabricantes tengan estrés postraumático al pensar en chips.
A Volkswagen le costó el primer puesto como mayor fabricante del mundo. De hecho, han creado un propio grupo de trabajo llamado Dirección Transoperativa de Seguridad de Suministro y Piezas (Compass por sus siglas en inglés), que se encarga de garantizar que algo así no vuelve a ocurrir.
«En 1978, un Porsche 911 solo tenía ocho semiconductores. Hoy, un Skoda Enya cuenta con más de 90 centralitas y unos 8.000 componentes electrónicos», afirmó el consorcio en un comunicado.
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El objetivo del Grupo Volkswagen es el de elegir ellos mismos qué componentes, semiconductores y otras piezas electrónicas, en vez de dejar esta decisión en manos de sus proveedores de Tier 1.
«Alcanzar una mayor transparencia en la cadena de valor de los semiconductores, para poder determinar con más precisión la demanda y disponibilidad globales de estos componentes nos permitirá identificar y evitar pronto los cuellos de botella», afirmó el director de Aprovisionamiento, Dirk Grosse-Loheide.
Otro de los beneficios que acarrea consigo esta decisión es la de simplificar el hardware de todos los modelos del grupo, que superan los 350. «Reducir las variantes del hardware hace que programar el software sea más fácil para todos», señala Karsten Schnake, director de Compass.
El acuerdo alcanzado por el consorcio ha sido alcanzado con 10 proveedores, entre los que se incluyen NXP Semiconductors, Infineon Technologies y Renesas Electronics. La industria automotriz ocupa la quinta posición en los compradores de chips, con una factura combinada anual en torno a los 47.000 millones de euros. En 2030, se espera que ocupe la tercera posición, con un valor de 147.000 millones.
El Gobierno alemán está llevando a cabo el cortejo para que los grandes fabricantes de chips implanten iniciativas industriales dentro de sus fronteras a través de subsidios. Tanto Intel como TSMC, dos de los mayores actores del mundo, anunciaron que construirán fábricas en el país.
La primera de ellas, con una inversión estimada de 30.000 millones de euros –con subsidios de 10.000 millones por parte de Alemania– , mientras que la segunda llevará a cabo una 'joint venture' con Bosch de 10.000 millones.
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El Grupo Volkswagen aún no ha llegado a un acuerdo directo de suministro con la taiwanesa TSMC, pero según Schnake, «se reúnen mensualmente para revisar la situación de la demanda global».
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