Parrillada y «cifucámara» para recibir a Rajoy en Madrid Río

Pero el auténtico acto comenzó al apagarse los micrófonos: entre un nutrido grupo de simpatizantes, Aguirre fue la reina y la maestra de ceremonias: ofreció un «piscolabis» patrocinado y hasta sirvió una bandeja con carne a la parrilla al presidente Rajoy, que se dejó asediar por vecinos y simpatizantes, todos claramente afines.

Cifuentes cambió las zapatillas de montar en bici por sus tacones y sacó la «Cifucámara», una moderna polaroid con que tomó fotos con el presidente que ambos se dedicaron. Entre los presentes, candidatos –con una chapa en la solapa y la pulsera con la bandera española y el lema «pico y pala»– y Aguirre en su salsa: convenciendo a un grupo de vecinas de que no se fueran al Rocío y acudieran a las urnas «y traed a mas gente, porque ellos se juntan todos para quitarnos del Ayuntamiento». Alguno, más previsor, se había adelantado: «Yo ya te he votado por correo».