Esperanza Aguirre pasa revista a los concejales de Ana Botella

Los puntos débiles están claros: la crisis económica y la corrupción que ha azotado al Partido Popular. El enemigo, señalado: Podemos, Ciudadanos y Vox. Y la estrategia a seguir ya se ha dictado: el servicio a los madrileños, allanar el terreno a los pequeños empresarios, transparencia, humildad, modestia y la bajada de impuestos. Ahora toca batallar para ganar en las urnas. El PP de Madrid arrancó ayer su campaña electoral tras las reuniones del Comité Ejecutivo Regional y la Junta Directiva Regional en su cuartel general de la calle Génova.

Liderados por la presidenta de la formación regional, Esperanza Aguirre, recibieron las directrices para volver a conseguir la confianza de los electores perdidos, aquellos que creen podrían meter en su sobre las listas de Ciudadanos y Vox. El naranja molesta al azul o, mejor dicho, le preocupa, como reveló ayer Aguirre. Pese a definir a estos partidos con una ideología similar al PP, la presidenta torpedeó lo que considera el talón de Aquiles de estas formaciones: «Incongruencias y falta de madurez».

Ciudadanos y Vox también representan «la defensa de España como nación de ciudadanos libres e iguales», el cumplimiento de ley en todo el país y «una concepción liberal de muchas cuestiones de la economía». «Y a qué se debe que crezcan? a que no hemos sabido explicar todo lo bien que debíamos nuestras ideas, principios, valores y proyectos. Con todo el respeto que merecen, hay que señalar sus incongruencias y su falta de madurez», dijo. Puso dos ejemplos para representar esa «falta de solidez». Por un lado, que el candidato de Ciudadanos por las Baleares «se declare partidario a que el modelo lingüístico de las escuelas sea el que defienden los independentistas» y, por otro, que este mismo «propugne la restauración del impuesto de sucesiones en la Comunidad de Madrid», sentenció ante una sala repleta. Llena, pero dos sillones singularmente vacíos: el de Ignacio González, cuyo nombre no aparecerá en ninguna lista electoral por motu proprio, y el de Jesús Gómez, el alcalde de Leganés que continúa desafiando a la capitana del PP de Madrid porque su nombre no se suma a la lista de los alcaldes populares.

También llamó la atención Aguirre de sus soldados electorales sobre la sorprendente simpatía que ha despertado Podemos, un partido «que tiene como modelo la Venezuela de Chávez y Maduro» y «cuyos dirigentes no han llegado a manejar dinero público y ya están inmersos en numerosos casos de corrupción». «Es una muestra de hasta qué punto los ciudadanos están molestos con los tradicionales».

Aguirre anunció a los suyos que estas elecciones van a ser «las de la transparencia». «Hay que ser doblemente humildes porque nos hemos equivocado», enfatizó, refiriéndose a los casos de corrupción. Entre aplausos, quedó grabado el mensaje con el que comenzó el discurso:«Va a ser una campaña especialmente intensa».