La SGAE cierra la venta de sus dos teatros de la Gran Vía de Madrid

Según Antonio Onetti, presidente de la Fundación SGAE, la operación de venta saneará las cuentas de la SGAE porque en la actualidad la deuda relacionada con Arteria es de 110 millones de euros. Dicha deuda cuesta 13 millones de euros al año entre capital e intereses, una cifra que bajaría con la venta a 6,5 millones, ya que entonces se quitaría la deuda hipotecaria. Con los 58 millones de la venta, la SGAE podría rescatar una garantía que esta pignorada con los créditos, es decir, reducir la deuda «entre la mitad y la tercera parte». Esta venta era un compromiso que había adquirido la SGAE con el Ministerio de Cultura tras la entrada en la sede de la Guardia Civil en julio de 2011.

Hubo, según recordó el presidente de la Fundación, tres tasaciones independientes sobre el valor de los teatros, que se compraron en 2009 «a un precio muy alto, tanto que el Banco de Valencia recibió una amonestación del Banco de España por aceptar un crédito de 83 millones cuando el valor era de 70: «Sí, se han perdido 25 millones de euros en su valor respecto a su compra. Es lo que pasa cuando te metes en un negocio que no es el tuyo», añadió.

La venta llega justo cuando el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha comunicado a la SGAE que ha archivado la denuncia presentada contra sus patronos por la venta de esos teatros, al tiempo que le comunica que no ve ningún indicio de ilegalidad en el proceso.

El Ministerio, después de abrir un periodo de información con el objetivo de conocer las circunstancias de este caso, considera que no «procede llevar a cabo ningún tipo de acción contra el Patronato de Fundación SGAE y que la venta es una operación beneficiosa que se ajusta a valor de mercado».

Se estima que, desde el punto de vista formal, el acuerdo del Patronato sobre la venta de los teatros de la Gran Vía madrileña es «conforme a derecho». A este respecto, la Fundación aportó tres informes de expertos independientes que arrojan un valor estimado de mercado similar al precio de venta fijado en el acuerdo, por lo que en principio la contraprestación a recibir en el negocio resulta equilibrada al responder al valor de mercado de los mismas. Concluye además que el acuerdo adoptado por el Patronato no vulnera lo establecido por Ley.