Policía y Seprona intensifican su ofensiva contra el maltrato animal en Madrid

En el caso de los galgos, los agentes observaron, en principio, a un cachorro de unos cuatro meses que andaba suelto por la calle, lleno de suciedad, con garrapatas y con riesgo de ser atropellado. Cuando fueron a recogerlo escucharon gemidos y aullidos que les permitieron llegar hasta otros perros, algunos de ellos encadenados y que «vivían entre sus propios excrementos, llenos de parásitos, sin lugar donde guarecerse y sin comida ni bebida», según informó el Ayuntamiento.

La crueldad de sus dueños era tal que tres de los animales rescatados fueron hallados a pleno sol, atados a una pared con unas cuerdas tan cortas que apenas les permitían tumbarse, con garrapatas, aparentes síntomas de desnutrición y un único recipiente con agua al que sólo tenía acceso uno de los animales.

Todos ellos fueron trasladados al Centro de Protección Animal, donde se les procurarán los cuidados necesarios. Según el Ayuntamiento, a los propietarios de estos animales les fueron entregadas un total de 40 notificaciones por la falta de atención, dándose la circunstancia de que la mayoría de ellos pertenecen a una misma familia. Ante este tipo de casos, los agentes proceden a una intervención administrativa e instruyen diligencias que son trasladadas a la Fiscalía de Medio Ambiente.

En la Cañada Real ya se han producido otras intervenciones de este tipo en los últimos meses, con un saldo de 37 galgos recuperados, incluidos los rescatados en esta última actuación.

Respecto a los gatos hallados en Chapinería, la asociación Justicia Animal denunció ayer en un comunicado que el martes tuvo conocimiento, a través de llamada telefónica, de un «envenenamiento masivo» en una urbanización. Según explican sus responsables, empezaron a aparecer gatos muertos, hasta unos 20, por toda la urbanización. Una de sus colaboradoras pudo oír incluso cómo los animales rascaban en el interior de uno de los contenedores. «Algunos gatos que habían sido arrojados aún vivos intentaban salir», aseguraron.

Por ello, avisaron al Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y al servicio de urgencia de recogida de animales heridos de la Comunidad de Madrid (Vetercam), para que pudieran asistir a los animales. Dos de los gatos rescatados fueron trasladados a una clínica veterinaria en estado «muy crítico». Finalmente, sólo sobrevivió uno de ellos.

El Seprona, por su parte, recogió varios gatos muertos y restos de comida para poder determinar el tipo de veneno que han utilizado para matarlos. Según Matilde Cubillo, presidenta de Justicia Animal, lo que ha ocurrido en Chapinería ha sido «una matanza masiva». «Sabemos que hubo quejas por parte de varios vecinos. Lo que tenemos que aprender es que esos gatos no suponen un peligro para el ser humano», recordó.