ocio
Un paraíso para coleccionistas de objetos militares
Intariamilitaria, un local para amantes de objetos históricos, donde se puede encontrar desde medallas nazis hasta cascos del Renacimiento

No es domingo, no hay rastro. La calle Carnero está irreconocible. En el número 13 hay un cartel amarillo que pasa desapercibido pero que da paso a una profunda cueva cuyo olor está cargado de historias. Donde el óxido se acumula capa a capa con el paso de los años y los objetos susurran sus vidas anteriores.
En Intariamilitaria es posible tocar el pasado y llevárselo a casa. Uniformes en perchas, cascos de la Alemania de Bismarck, cruces de hierro, bayonetas, sables de caballería, pistolas de mecha, postales, máscaras de gas, gorras de plato, katanas, paquetes de tabaco del III Reich, platos personalizados y fotografía. Todos ellos pertenecen a otro tiempo. Todos ellos estuvieron en las manos de otros hombres que fueron.
Arnaldo Hilmar lo sabe. En su tienda no solo vende, también se cobija. Se refugia en el tiempo, en el pasado. Explica el porqué de su oficio a través de los gestos, de la meticulosidad y del amor con el que coge cada pieza, la observa, la investiga, la limpia. «Es pasión por la historia», resume. La tienda es pequeña pero los objetos desbordan la mirada. Si fuese el doble de grande tal vez estaría igual de abarrotada.
«Cada pieza es una anécdota». Al decirlo, Arnaldo Hilmar sonríe y vuelve los ojos hacia arriba, como si recordase. Tiene las manos enfundadas en unos guantes de látex amarillentos mientras frota el mostrador con un paño húmedo. Bajo el cristal guarda dagas ceremoniales de las SS (Schutz-Staffel) junto con pistolas de pólvora. Ha dejado el vidrio inmaculado.
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