Esculpiéndole un rostro a la ficción
Santiago Gijón, el único maquillador de efectos especiales de la región, enseña su arte a nuevas vocaciones

de pequeño, Santiago Gijón elaboraba sus propios muñecos con cartón, telas «y todo material que encontraba mi abuela». De mayor, este manchego natural de Villarrubia de los Ojos, dejó de elaborar sus propios juguetes para construir monstruos, payasos locos y zombies. Y ha logrado hacer de su pasión por el modelaje, su forma de vida.
Entonces, «no sabía cuál era el camino exacto», confiesa. Pero ahora, con sus veintipocos, Gijón ha montado su propio taller de maquillaje de efectos especiales en Villarrubia de los Ojos, el único en Castilla-La Mancha.
Con 18 años y mucha ilusión en la maleta, se fue a Madrid. Allí consiguió entrar en un taller que trabajaba para producciones cine matográficas, y es donde aprendió la base de su oficio. Tuvo que cambiar su forma de elaborar prótesis caseras, por procesos más industriales. «Me compraba los dvd para ver solo los extras de las películas de terror y ver cómo hacían las máscaras, heridas o la sangre».
La suerte llamó a su puerta muy pronto , y le llevó a formar parte del equipo de efectos especiales de la película española «Rec 2» o el montaje para teatro de «Mortadelo y Filemón». Trabajos que iba compaginando con su participación en producciones menos conocidas al tiempo que mejoraba su técnica en una escuela especializada y en un taller diferente, tiempo después.
Cuando perfeccionó su técnica, Gijón lo tuvo claro:tenía que lanzarse por su cuenta. Coincidió con la época de crisis en el cine español, pero lejos de amilanarse, este ciudadrealeño montó su propio taller en su pueblo natal.El resultado no le pudo ir mejor, porque Santiago Gijón ha conseguido hacerse un nombre en este sector tan selectivo -en España apenas hay 20 talleres que se dedican a efectos especiales- y no es raro el día que no está inmerso en algún proyecto.
El tiempo, su enemigo
Su campo de acción se ha abierto más allá del cine, y quienes recurren a él, le ven como un verdadero escultor. Le han pedido recreaciones de animales para museos y eventos, por ejemplo. Gijón no se pone límites: su único enemigo es el tiempo. «Ha habido veces que me han pedido trabajos con cuatro días de antelación y he tenido que decir que no, es un trabajo muy preciso y que se ha de hacer bien», explica.
Su perfeccionismo llega hasta tal punto que es capaz de detallar la técnica que hace falta para añadir pelo en una cara o realizar una dentadura específica . Es una herencia de su proceso de autoaprendizaje de la industria americana, «allí cada persona se dedica a una cosa, pero aquí en España no hay industria y todos tenemos que saber hacer de todo, desde un ojo hiperrealista hasta una dentadura amorfa».
Verle trabajar en su taller es un espectáculo, pero verle explicar su trabajo es un auténtico lujo. Una ocasión reservada solo para unos pocos, para aquellos que en este verano se acerquen a aprender a su taller en Villarrubia de los Ojos un oficio que Gijón aprendió fuera de nuestra región. El joven maestro impartirá cursos de maquillaje de efectos especiales durante el mes de Julio, con los que espera despertar muchas vocaciones. Más información en www.hydefx.com
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