«Siempre en nuestros corazones»
Con poemas, velas y flores, familiares y amigos de las víctimas del Madrid Arena exigieron justicia
«Siempre en nuestros corazones»
Varias pancartas presidían anoche la vigilia-homenaje convocada en memoria de las cinco víctimas mortales de la fiesta de Halloween : Katia Esteban, Belén Langdon, Rocío Oña, Teresa Alonso y Cristina Arce que comenzó a las 23 horas y se prolongó hasta las 02.00. ... Sus textos rezaban así: «Cinco estrellas iluminan kilómetros de recuerdos. Seguid brillando, princesas . Vuestra sonrisa, nuestro consuelo». «No os olvidamos, siempre en nuestros corazones». «Un año sin ti, 19 contigo».
Tenían entre 17 y 20 años. El homenaje reunió a varios centenares de personas, en su mayoría familiares y amigos -muchos de ellos muy jóvenes- que se congregaron en las puertas del Madrid Arena, coincidiendo con el primer aniversario de la tragedia, muy cerca del vomitorio mortal. Algunos estuvieron el año anterior en la Thriller Music Park y se abrazaban entre ellos sin poder contener los sollozos por sus compañeras ausentes .
El lema era: «Doce meses, cinco muertes, cero responsables. ¡Justicia Madrid Arena ya!» . Los padres de las fallecidas -que no habían pisado el recinto hasta ahora-, arropados por sus allegados, amigos de las fallecidas y gente anónima, que acudió a mostrar su apoyo, no pudieron evitar que la emoción y las lágrimas estuvieran presentes durante los 180 minutos de doloroso recuerdo.
La luz de las velas y el olor de las rosas junto a los carteles -que se convirtieron en un improvisado altar, alumbrados por los cinco cañones de luz del exterior del pabellón que activó el Ayuntamiento de Madrid-, iluminaron el cielo en recuerdo de las fallecidas.
Plantándole cara al gélido ambiente, inundado de calor humano, muchos de los concentrados, entre ellos Ángel María Esteban, padre de Katia, junto a su ya única hija, Tania, y allegados de Teresa y de Cristina , lucieron camisetas con el mensaje: «Justicia, Madrid Arena» escrito junto a un lazo y cinco estrellas, una por cada una de las fallecidas.
Cerró el acto, la madre de Cristina Arce , impulsora de la vigila: «Hemos venido aquí a pedir justicia por la muerte de cinco personas inocentes que tenían padres, hermanos, amigos, sueños, ilusiones y toda la vida por delante. Todo eso les fue robado aquí, donde murieron, aplastadas hasta la muerte , por la avaricia de unas personas y la desidia de otras». Agregó: «Murieron por la negligencia del dinero y los favores. Todo eso les costó la vida el 1 de noviembre de 2012, cuando vinieron a divertirse».
«Lavado de cara»
En su duro mensaje, no exento de rabia e indignación, en el que se quejó de la lentitud de la Justicia, continuó: «Un año después nos encontramos aquí dilucidando quiénes fueron los responsables. Si alguien quiere hacernos creer que lo ocurrido fue un accidente se ha equivocado. No lo fue. No fue un homicidio imprudente. Y aunque alguno -en alusión a Miguel Ángel Flores, promotor de Diviertt, al que no nombró- quiera lavarse la cara, la seguirá teniendo sucia ».
«Y si alguien pone todos los medios para que muera gente y no se le pasa por la cabeza, o es tonto o le importa un pimiento la seguridad de nadie»En la misma línea, prosiguió: «Y cuando ese alguien pone todos los medios para que muera gente -recordó la venta masiva de entradas, la escasa seguridad, la falta de control de accesos, de menores y los medios y personal al frente de botiquín- , si no se le pasa por la cabeza que puede ocurrir una desgracia o es tonto o le importa un pimiento la seguridad de nadie salvo la suya propia»
En su discurso, agregó que Madridec nunca debió alguilar el recinto al responsable de Diviertt: «Ni el juez ni el fiscal han pedido aún prisión para nadie porque no tienen arrestos. Todos están en su casa tan tranquilos. Aún estamos esperando a que los principales responsables den la cara y a que se vayan a pasar unas vacaciones a Soto del Real . Quizás no lo hagan, porque si alguien canta, igual no les gusta la melodía».
Uno de los momentos más emotivos lo protagonizó Laura Visman , amiga de Rocío. En su intervención, con la voz quebrada en varias ocasiones, explicó: «Me han pedido que escriba una carta para despedirme de ti. Me quedo en blanco. Será porque no puedo escribir sin que me duela, sin hacerme a la idea de que te has ido para siempre. La vida te da y te quita cosas y tú has sido una de ellas. Tú eras la paz en esta cruenta gu erra. Te vas por la codicia de algunas personas. Nos queda el consuelo de la justicia y tu recuerdo».
Sin poder evitar el llanto, animada por los aplausos, prosiguió: «Aún así, y aunque los culpables acaben pagando por las cinco vidas robadas, el dolor no nos lo quita ya nadie y no hay dinero en el mundo para que nos devuelvan todo lo que nos han arrebatado. Te quiero y te querré siempre».
« No más injusticia. Justicia YA! », fue otro de los mensajes leídos que envió un joven desde Zaragoza
Entre las personas anónimas que acudieron al homenaje para apoyar a las familias se encontraba Elena Sánchez, de 20 años, acompañada por su hermana Marta y su madre Carmen. Ella iba a acudir a la fiesta mortal el año pasado. «Todos mis amigos iban, pero yo en el último momento decidí no hacerlo porque hacía mucho frío y porque siempre antes de entrar hacíamos botellón fuera». Se pasó toda la noche recibiendo mensajes de ellos, que le decían: «Esto está a reventar. Es increíble . Incluso los relaciones públicas lo contaban cada vez que vendían entradas».
Su madre, Carmen, explicó que acudió a este acto porque está muy sensibilizada con la tragedia y porque su hija podía haber sido una de las víctimas. «Cuando me levanté y me enteré de lo ocurrido, pensé que le podía haber tocado a Elena. Pero, por suerte, estaba en la cama».
«Familias, nunca caminareis solas », fue otro de los mensajes de los cibernatuas a los allegados de las cinco jóvenes que no pudieron acudir al acto.
Un grupo de poetas puso voz a textos propios y ajenos. Cuando acabaron las palabras el lugar se apoderó de un gran silencio , de grupos de jóvenes cobijados por mantas, de besos, abrazos, ojos vidriosos y del olor a cera al aroma de las flores».
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