«El barco en el mar y el dinero para uso social»

«Es una cacicada, y éste no es el sitio para instalar un elemento del patrimonio histórico», indicaba este viernes una vecina a Ep. Y no era la única que ayer clamaba contra el «escándalo» y la «inmoralidad» de un proyecto que podría pasar una cara factura al alcalde, el socialista Abel Caballero, si no recula. Extremo éste poco probable a la luz de sus declaraciones: «La ciudad pasará por encima de quienes se oponen», advertía tajante.

A una minoría redujo el regidor municipal al más de un centenar de personas que este viernes se concentraron en la rotonda para mostrar su absoluto rechazo a un «gasto inmoral» —se pudo oír en varias ocasiones—, y que volverán a hacerlo el martes para bloquear, por tercera jornada consecutiva, las obras de acondicionamiento. Una minoría tras la que el regidor municipal ve a PP y BNG, que no han ocultado su oposición al proyecto desde el anuncio.

En este sentido, la portavoz nacionalista, Iolanda Veloso, lamentaba que Caballero con su decisión, «casi personal, rechinante y excéntrica», pretenda «convertir en una maceta» al Alfageme». Por su parte, el concejal popular Antonio Bernárdez ironizaba con que el Ayuntamiento pretenda «sacar los museos a la calle» y acabe por «llevar la vulgaridad a este barrio y al resto de la ciudad».

«O Barco no mar e os cartos a usos sociais», rezan desde ayer las pancartas que cuelgan de las señales de la rotonda. A ellos, a los «11» que pudo contar el alcalde, lanza un mensaje a navegantes: «Las decisiones del gobierno las toma el gobierno».