Una bombera gallega triunfa en Europa

Pero «el objetivo estaba ahí», cuenta esta bombera, que ejerce su profesión en Orense, durante una entrevista concedida a EFE. Participó y cumplió. Oro, plata y bronce en las tres categorías de las que Almudena formó parte.

La primera de estas exigentes disciplinas fue el «stair race», nada más y nada menos que 95 metros de ascenso por escaleras, con y sin equipo de bombero.

«Es durísimo, más allá del esfuerzo o el peso, la respiración a través del equipo es muy complicada, llega un momento en el que la garganta arde y parece no dar más de sí», explica.

Para esta disciplina se entrena «en un edificio de La Coruña, de 30 pisos, haciendo series una y otra vez», además de toda la actividad deportiva que realiza a lo largo del año.

Rutas por montaña o recorridos de hasta ocho horas en los que se combina remo, mountain bike, carretera y orientación acompañan a Suárez durante los doce meses.

Pero si la stair race no fue suficiente, junto con un compañero de otra provincia obtuvo la medalla de plata en TCA, Toughest Competitor Alive, algo así como «el competidor más duro vive».

El nombre del reto le va que ni pintado. Ocho pruebas entre ambos participantes: carrera de 5.000 metros, velocidad en cien metros lisos, otros tantos nadando, dominadas, lanzamiento de peso, circuito de agilidad, trepar por la cuerda y press banca.

El colofón lo puso el bronce en cross country, «un recorrido de 8km por zona boscosa y algo de pista». Su tobillo resistió, al igual que el resto de su cuerpo, sometido a jornadas maratonianas que «muchas veces arrancaban a las 05.30 de la mañana».

Pero, además de los triunfos, el ambiente «mereció la pena». Cerca de 2.000 personas de 32 países se dieron cita en la jornada inaugural. Viejos conocidos de Belfast y una atmósfera especial en edificios tan emblemáticos como el Atomium tendrán un lugar preferente entre los recuerdos de Almudena. «Compartíamos muchas cosas, experiencias de nuestros lugares de origen», afirma.

Entre las muchas anécdotas recuerda lo curioso que resultaba «tratar de explicar en diferentes idiomas qué significa capital termal», eslogan de su equipación.

Una vez de vuelta en Galicia, felicitaciones y apoyos. Muchos de los que le transmiten su enhorabuena después del éxito ya le dieron su apoyo antes de partir. Así lo hicieron muchos de sus compañeros, a los que ella anima a participar. «Me gustaría que alguno más se apuntase, este año por ejemplo de Orense solo fui yo», señala.

La manera de afrontar este campeonato denota el espíritu de esta bombera de vocación. Desde 2005 ejerce como tal y desborda pasión por su trabajo.

«Estudié INEF y trabajé en un gimnasio y dando clases en un colegio hasta que cayeron en mis manos las bases para ser bombero». Vio que varias de las pruebas que debía superar abarcaban cuestiones que le interesaban mucho y le parecieron accesibles. Pero quería estar completamente segura de que esta profesión era lo suyo, necesitaba «probar, saber qué era apagar un incendio». Así que empezó en Protección Civil y con la formación, fue descubriendo que le «encantaba».

Hoy es una mujer bombera que responde en su trabajo. Pese a lo que puedan pensar incluso reconocidas políticas, «ser bombero no es cuestión de sexos». «No hay profesiones masculinas y femeninas, depende de la persona, de si le gusta, no es algo que se pueda catalogar por hombres y mujeres», sentencia Almudena.

Mientras sigue cumpliendo día a día con su trabajo, esta profesional ya tiene la mira puesta en el mundial de 2015 que se celebrará en Virginia, Estados Unidos.

Aunque espera que sea un encuentro más exigente, se siente optimista y animada, «siempre que las lesiones me lo permitan». Ella, desde luego, pondrá un año más todo de su parte.