La Coruña prepara el posible ascenso del Dépor este sábado

Y es que ese día, a las siete de la tarde, el Deportivo se juega en Riazor el ascenso a la Primera División del fútbol español tan solo una temporada después de descender a las catacumbas de Segunda. El partido será contra el Jaén, un equipo que tiene unos objetivos muy distintos al conjunto que capitanea Fernando Vázquez: está luchando por no bajar a Segunda División B.

Al Deportivo le vale un punto para certificar su regreso a la élite. A pesar de la pésima racha en la que el equipo herculino está inmerso —tan solo obtuvo tres de los últimos 15 puntos en juego—, dos factores favorecieron que un empate en alguno de los dos partidos que quedan sea suficiente para garantizar matemáticamente el ascenso. Por una parte está el colchón de puntos que habían ganado en la primera vuelta de la competición y en los primeros compases de la segunda y que permitió moderar la caída de las últimas jornadas. La pizca de suerte que forja a todo campeón la tuvo el Dépor por los patinazos cometidos por sus rivales.

El Las Palmas, que hace apenas dos semanas parecía capaz de aguar la fiesta del ascenso en La Coruña, perdió, tras dos derrotas consecutivas, su condición de aspirante serio y, como efecto colateral, a su entrenador, destituido de forma fulminante. El único que amenaza ahora la segunda plaza del Deportivo (por detrás del Éibar, ya ascendido) es el Sporting de Gijón, que se encuentra a seis puntos.

Ayer por la tarde, a todavía 72 horas del tan esperado encuentro, apenas quedaban entradas libres para ocupar uno de los 34.600 asientos del Estadio Municipal de Riazor. Los menos previsores podían encontrar entradas en Tribuna, a precios que oscilan entre los 30 y los 40 euros (entre 15 y 20 para los menores de 30 años).

Nada parece que pueda frustrarle a la afición deportivista su bien merecida celebración. Incluso el tiempo, que no suele ser un tradicional aliado de los festejos que se celebran en este confín de la península, parece que respetará a los coruñeses el sábado: Meteogalicia augura que por la tarde del 31 «se abrirán grandes claros en la mitad norte» de la Comunidad gallega.

El único ingrediente que falta ahora en la receta de la felicidad blanquiazul es, por supuesto, que el equipo responda y consiga, al menos, un empate contra el Jaén. Ese punto sería un premio al pundonor de un equipo que no se rindió ni tan siquiera en su temporada más difícil institucionalmente .