Adiós al embudo de tráfico en «la playa de Santiago»
La circunvalación que atraviesa la ría noiesa, que se abrirá en julio, pondrá fin a las colas veraniegas que se formaban a la salida de los arenales. La obra también beneficiará a Portosín y Porto do Son
Adiós al embudo de tráfico en «la playa de Santiago»
Las interminables colas de santiagueses, en su gran mayoría, deseando aprovechar el primer rayo de sol del verano en una de las playas más cercanas, la noiesa de Testal, se convertirán en pocas semanas en un amargo recuerdo del pasado. Porque lo que debería ser ... un retiro apacible tan solo interrumpido por el ruido del mar o la conversación de los vecinos de la toalla de al lado, se transformaba —tanto a la salida de la vía de altas prestaciones que une Santiago con este municipio coruñés como de los arenales— en una tormenta de tráfico, nervios desbocados y refrescos recalentándose en el maletero.
Hasta cuarenta minutos de atasco en apenas siete kilómetros recuerdan algunos de los que sufrieron en sus carnes el embudo de Noia, una localidad eminentemente marisquera que durante los meses de verano se transforma en «la playa de Santiago». Lo que a priori se supone un placentero viaje de apenas 25 minutos se acababa convirtiendo en un quebradero de cabeza de más de una hora. Y si el trayecto no finaliza en la tan ansiada playa de Testal o las sucesivas, sino que continúa hasta Portosín o Porto do Son, el cronómetro ya rebasa la hora y media.
De ahí que, año tras año, veraneantes y vecinos contemplasen con esperanza las obras que se iban levantando por encima de la ría, las mismas que vislumbraban una alternativa más rápida a la sobresaturada calle principal por la que circulan todos los vehículos en el pueblo, ya sean del concello o foráneos. Hoy, esa alternativa lejana ya es una realidad. La variante de Noia abrirá sus puertas al tráfico el próximo mes de julio. No se trata de un plazo estimado, sino de un hecho probado confirmado el pasado miércoles en el Parlamento gallego por el conselleiro de Medio Ambiente e Intraestructuras, Agustín Hernández.
Atascada desde el bipartito
Los vecinos la esperan como agua de mayo, pues desatascará el centro y ahorrará, como mínimo, diez minutos de trayecto. «La variante hará el pueblo más cómodo para todos porque el tráfico que se crea en el verano se reducirá sin pasar por el centro», comenta Santiago a ABC, mientras que Pilar aplaude la infraestructura que tanto ha esperado: «Los que somos de aquí conocemos atajos, pero últimamente empezaron a ser más conocidos y a acumularse tráfico en ellos», indica.
Y es que la obra se ha demorado más de lo previsto. Proyectada ya en el último mandato de Fraga, el bipartito de socialistas y nacionalistas quiso darle su toque personal y cambió la idea con el puente sobre la ría a una que proyectaba la obra por el interior de la localidad. «Si no hubiésemos tenido el bipartito, estaría lista desde hace tres años», recriminaba Hernández la semana pasada. Él mismo reactivó el trazado inicial de la circunvalación cuando en 2009 se hizo con las riendas de la Consellería. Entonces se marcó un plazo más ambicioso que realista: 2011.
El segundo puente más largo
La verdad se impuso a los deseos, pero en octubre del año pasado, el presidente de la Xunta auguró la fecha tope definitiva: este verano. Dicho y hecho. La variante, que se prolonga directamente desde el corredor hasta el puerto de Testal, para luego incorporarse a la carretera general, está pendiente actualmente de escasos retoques. El viaducto principal, que conecta las dos orillas de la ría —desde A Barquiña hasta el puerto— se alza ya con la estructura totalmente terminada. Después de colocar los tableros el mes pasado, que hacen posible circular por encima de él, resta por situar la protección metálica de seguridad, pavimentar y asegurar la barandilla en la acera peatonal.
Este puente, de unos 1,7 kilómetros de longitud, «el segundo más grande jamás hecho por la Xunta» —en palabras de Feijóo— es quizás el más representativo de la circunvalación debido a enclave, en la misma ría. Pero la variante, que mide un total de 4,9 kilómetros, recorta en más de dos el actual recorrido por la carretera AC-550 y está compuesta por otros dos viaductos menores en los que hoy en día se concentran las labores de remate. Uno para salvar dicha carretera y el acceso a un centro comercial y otro para conectar la vía que une Santiago con Noia. También los dos pasos superiores y el inferior de acceso a unas fincas de Muros están prácticamente terminados.
Con el horizonte más que despejado —a finales de este mes se realizarán las pruebas de carga— y siempre y cuando las condiciones meteorológicas sean favorables, julio se presenta como el mes clave en la agenda de todos los veraneantes en Noia, Portosín y Porto do Son . La infraestructura llega a su fin tras cuatro intensos años de trabajos y viene a cubrir una vieja reivindicación vecinal, conocida más allá de las fronteras del municipio.
La propia Consellería recuerda la problemática: existen «importantes interferencias» entre los desplazamientos locales y los supralocales, pues por la vía principal que atraviesa el núcleo urbano circulan tanto camiones, turismos de la zona o simplemente de paso y hasta carritos de la compra, pues en uno de los márgenes de la carretera se sitúa un gran centro comercial que atrae a los habitantes de los concellos cercanos. Un cóctel explosivo que no solo genera atascos, sino que provoca incluso problemas de seguridad. Todo ello, unido a un tráfico estimado de 5.000 vehículos al día durante el verano, hace más que necesaria la apertura de la nueva variante. Con un desembolso total de 45,2 millones, la circunvalación ofrecerá un servicio más rápido, seguro y accesible. Pero, ¿y no se espera un embotellamiento en la rotonda de salida? No necesariamente, dado que la gente del municipio, tal y como explican los vecinos, accede a los arenales a pie, no en coche. Queda poco más de un mes para decir adiós a los pitidos, los atajos imposibles y el moreno rojizo impreso en solo un brazo.
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