Besteiro estudia que empleados y cargos del PSdeG paguen la deuda del partido

Se recortará personal y se revisarán las aportaciones de los diputados para ver si hay margen para «estirarlas»La dirección llevará al comité de este sábado unas cuentas «solventes» pese a los dos millones de adeudo heredado

Besteiro estudia que empleados y cargos del PSdeG paguen la deuda del partido efe

cristina pichel

Ni los peores agoreros podrían predecir la situación económica con la que se encontraría José Ramón Gómez Besteiro al abrir el cajón de las finanzas del PSdeG. Los presuntos 700.000 euros que la dirección de «Pachi» Vázquez cifró en su momento como «deuda» se ... multiplicaron nada más ser revisado dicho capítulo. Un informe realizado ya por la nueva Ejecutiva elevaba a más de dos millones de euros el agujero económico que, durante los cuatro años de «pachismo», se fue haciendo más profundo.

Después de casi cinco meses meditando una solución para paliar ese debe, el secretario general de los socialistas gallegos ya tiene, al menos, varias propuestas encima de la mesa que serán llevadas este sábado al comité nacional. Un órgano convocado por primera vez desde que Besteiro se hizo con las riendas de la formación el pasado septiembre y que, según apuntan algunos de los miembros que lo conforman, se reúne con «bastante» retraso.

En cualquier caso, el orden del día fijado para la reunión, al que ha tenido acceso ABC, se divide en tres partes diferenciadas: el habitual «análisis de la situación política», otra más orgánica para debatir el nuevo reglamento interno —un texto en el que se explica el funcionamiento de cada área— y una última de carácter financiero en la que se prevé la aprobación de las «cuentas de 2013 y el presupuesto para 2014», así como la de «las aportaciones al partido de los cargos públicos socialistas», reza el escrito.

Es decir, por un lado se presentará un documento con el que lograr la «credibilidad, solvencia y garantía de futuro de las cuentas» —tal y como explicaba Besteiro hace una semana— y, por otro, uno de los mecanismos con el que aliviar la asfixia económica. Porque aunque los cargos públicos y, en concreto, los diputados, «ya hacen una aportación bastante importante» (se les resta un 10% de su sueldo), puede existir «margen para estirarla», constatan las fuentes socialistas consultadas. Eso es lo que quiere testar la dirección que, en todo caso, tiene claro que es necesario «recortar gastos» en la organización, aun a expensas de llevar a cabo «medidas difíciles».

Y es que además de revisar la cuota de los representantes públicos, lo que está acordado a falta de un «sí» definitivo es el recorte de los trabajadores con los que cuenta el PSdeG entre la oficina central —situada en la compostelana Rúa de O Pino— y las dependencias parlamentarias. En total, unos 14 empleados. «No podemos disponer de todos ellos», reconoce una fuente de la Ejecutiva, consciente de que el partido afronta una situación «complicada» para la que se barajan «varias opciones», si bien ninguna de ellas afectará, a priori, a la cuota de la militancia.

Después de tratar en varias reuniones el estado de las cuentas y la «abultada» deuda de la formación, la dirección esperará hasta el mismo sábado para tomar la decisión definitiva. Antes de que se reúna el comité, según ha podido saber este periódico, está previsto un encuentro de la Ejecutiva en el que se intentarán fijar los últimos retoques de la propuesta que se le presentará a los militantes.

Dos años de reajustes

El objetivo último pasa por conseguir un equilibrio en las cuentas que ponga fin a la caída libre de los ingresos y el descontrol del gasto de estos últimos cuatro años. Uno de los retos más inmediatos será sufragar la deuda que mantiene la federación gallega con varias centrales de medios, desvelada por ABC, y que está dificultando la campaña para las elecciones europeas .

El adeudo se acumuló después del batacazo electoral del 21-0, cuando el PSdeG perdió siete diputados, una merma en número, pero también en aportación económica. Los apuros financieros, que empezaron con la derrota de Rubalcaba en las generales, trataron de ser erradicados con un recorte del 15% en el salario de los empleados e incluso con la subida de la cuota a los parlamentarios, pero todos los intentos de «Pachi» fueron inútiles. Hoy, Besteiro hace frente a una indigesta herencia.

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