El éxito de una raqueta sobre dos ruedas
Martín de la Puente es la promesa española del tenis en silla. Este vigués de 14 años padece una enfermedad rara que provoca un desarrollo anormal de sus huesos. Cuarto de España y cien del mundo, aspira a competir en los Juegos Paralímpicos
lidia rey
Empezó a jugar al tenis, con la inocente ilusión de un niño, a los ocho años. Al poco tiempo, Martín de la Puente recibiría el peor «revés» de su vida. Este vigués de catorce años padece una enfermedad rara, de la que apenas se conocen ... 200 casos en todo el mundo. El síndrome de Proteus —bautizada en honor al Dios Griego Proteo, que podía cambiar de forma— provoca un crecimiento anormal de los huesos. Un desarrollo desproporcionado que llevó a Martín a utilizar una silla de ruedas para poder continuar con su carrera deportiva, con tan solo 10 años. «Empecé jugando al tenis de pie, pero a medida que mi enfermedad avanzaba, tuve que aceptar que debía utilizar una silla», explica Martín.
Fue el pentacampeón de España de tenis sobre silla, Álvaro Illobre , quién aconsejó al joven sobre esta modalidad. A Illobre, Martín le guarda un cariño especial porque gracias a el «conoció el tenis sobre silla», y ahora intenta ganarle, como aliciente para superarse. «Lo veo como un ídolo pero también como un gran amigo, como parte de mi familia», confiesa. Martín de la Puente compagina sus estudios con el tenis y entrena, prácticamente todos los días, en el Club Náutico de Vigo. Un club en el que ha ido creciendo deportivamente hasta convertirse en la promesa del tenis español en silla.
«Veía la silla y me negaba a sentarme, pero al final le acabé cogiendo cariño y seguí entrenando con todos mis compañeros. Al principio tuve que tomármelo como un hobbie porque mover la silla y jugar con la raqueta... [hace una pausa] luego le fui cogiendo la marcha y al final aprendí hasta que empezaron a salir las cosas». Y es que a sus catorce años, Martín —que compite tanto como junior como en la categoría absoluta (de mayores de 18 años)— puede presumir de ostentar el cuarto puesto del ranking de España absoluto, el mismo cajón que ocupa en el internacional junior. Además, de todos los jugadores de tenis en silla del mundo —tanto sub-18 como adultos— el joven vigués es el número cien.
Y llegaron las victorias
Recientemente Martín de la Puente se proclamó subcampeón junior del mundo por equipos y del Master Les Petit As de Francia. Fue allí donde su nombre comenzó a hacerse un hueco. Un equipo francés se fijó en el y le pidió que participase con ellos en un interclubes mundial absoluto que se celebrará a finales de este mes.
Martín entrena su técnica y sus golpes durante una hora y media cada día. A mayores, realiza otra hora más de preparación física, un esfuerzo que le deja «muerto». En el Club Náutico de Vigo es el único que juega en silla. «Tengo la suerte de entrenar con gente de nivel, como Tomas Currás o Iago Salvador. Normalmente el nivel de tenis en silla de ruedas es más bajo que el de pie, y al entrenar con ellos tengo que moverme mucho más y estar más atento. Es un privilegio para mí, porque tengo que esforzarme más y eso me hace mejorar», confiesa, aunque asegura no tener ningún «secreto» para alcanzar el éxito. «Siempre intento atacar bastante la bola y llevar la iniciativa del punto. El golpe que más domino es la derecha, y me gusta pegarla», continúa.
«El tenis es mi vida»
Pese a las dificultades que se fue encontrando por el camino, Martín nunca tiró la toalla. La primera vez que le operaron sí dudó si sería capaz de volver a jugar. «Pero siempre fui capaz de volver, nunca tuve ganas de dejarlo porque me divierto haciendo en este deporte. Forma parte de mi vida, el tenis es mi vida», asegura.
La enfermedad que padece, asociada al crecimiento, le obligó a pasar por el quirófano hasta en 16 ocasiones, pero los médicos calculan que sobre los 18 años, «cuando deje de crecer», esta enfermedad frenará su expansión. Echando la vista hacia atrás, Martín se da cuenta de que «va en el camino correcto» pero también de que le queda mucho que mejorar. «Nunca hay que conformarse con lo que uno tiene, siempre hay que aspirar a más».
Por ello, este tenista de Vigo sueña con ser el número uno del mundo «y conseguir algunas medallas para España en los Juegos Paralímpicos». Para clasificarse para las Paralimpiadas de Río de Janeiro tiene que estar entre los dos mejores de España. «El tercero de España, es el número 64 del mundo. Tengo que meterme por encima de el, no es un imposible», explica.
Su gran apoyo es su familia. «Mis padres nunca fallan a un partido mío». Ni sus amigos, que «siempre le animan y le desean lo mejor en cada torneo y en la vida». Ahora, Martín sirve de ejemplo a sus hermanos pequeños, de 8 y 10 años, que también empiezan a cogerle el gusanillo a esto de darle a una pelota con una raqueta.
El éxito de una raqueta sobre dos ruedas
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete