Vientos huracanados y fuertes lluvias al paso de «Qumaira» en Galicia

Con toda Galicia en alerta naranja, se aconseja a los ciudadanos extremar las precauciones y permanecer alejados del mar, de los rompientes, de los espigones y de cualquier otro punto terrestre que puedan alcanzar las olas. Las autoridades también piden a la ciudadanía que evite pasear o circular por zonas susceptibles de desprendimientos. Y es que los vientos podrán superar, de nuevo, los 130 kilómetros por hora en cualquiera de las cuatro provincias. De ahí que se haya decretado para la jornada de este jueves la suspensión de todas las actividades al aire libre en los centros educativos de la Comunidad. Ni la actividad docente ni el transporte escolar fueron anulados, con la condición de que serán los directores de los colegios los que adopten la decisión oportuna en función de las condiciones metereológicas de la localidad. Los que sí permanecerán cerrados al público serán todos los parques de algunos concellos como el de Lugo, donde se aconseja a los viandantes «dejar las fotos para otro momento y no poner su vida en riesgo».

Enésima borrasca de lo que va de año, el peligro de «Qumaira» no estará tanto en su intensidad como en lo cerca que pasará de tierras gallegas. Además, su paso será más lento que el de otros frentes, por lo que sus daños podrán ser mayores. Por el momento y, a la espera de esta nueva llegada, los municipios más afectados por «Petra» tratan de recuperarse aún de los efectos que los vientos de más de 154 kilómetros por hora tuvieron en sus calles. Árboles arrancados del suelo, carteles volados o tejados destrozados fueron estampas habituales ayer en buena parte de Galicia, donde la jornada de tregua meteorológica no fue suficiente para cuantificar los destrozos causados. En el paseo marítimo de La Coruña, por ejemplo, el fuerte oleaje derribó otros 15 metros de la balaustrada. En esta misma ciudad, la plancha de una valla publicitaria salió volando y se coló por la ventana de una vivienda ubicada en un quinto piso causando daños leves a uno de sus habitantes.

En Foz, una de las zonas cero del temporal del pasado martes, los daños causados por el viento en las instalaciones educativas dejaron sin clase a 532 niños. En Monterrei (Orense), la crecida del río Bubal provocó la muerte por ahogamiento de una veintena de animales entre corderos, gallinas y conejos. Además, el mal tiempo originó otros desbordamientos importantes en localidades como O Carballiño, Ribadavia o Cambre.

La ciclogénesis —no explosiva— «Qumaira» se despedirá en la madrugada del viernes de Galicia y dejará paso a un nuevo frente bautizado como «Ruth». Esta nueva borrasca hará acto de presencia a partir de la noche del viernes y afectará principalmente al tercio norte de la Comunidad. Según las primeras estimaciones, que podrían variar a lo largo de los días, «Ruth» provocará olas que volverán a superar los 8 metros de altura de cara al sábado, además de fuertes ráfagas de viento. Los expertos no descartan que la entrada de esta perturbación obligue a activar de nuevo la alerta roja en el litoral gallego.