«Hemos recibido más de 5.000 currículum para la mina de Corcoesto»

-¿Cuál es el impacto económico que tendría este proyecto?

-Se habla de 271 puestos de trabajo directos estables, aunque durante el primer año, en la fase constructiva, se duplicaría hasta superar los 500, además de los puestos indirectos. Las primeras estimaciones hablan de un flujo de capital atraído hacia la comarca de unos 600 millones de euros.

-¿Es la situación tan grave como para que se estén manifestando otros alcaldes de la zona?

-Aquí se ha perdido el respeto institucional. Yo nunca iría a manifestarme en contra de un proyecto en otro municipio y creo que hay alcaldes que deberían intentar solucionar los muchos problemas que tienen sin meterse en los asuntos de los demás.

-¿Se ha convertido el conflicto en una lucha política con fines partidistas?

-Sin duda. Los opositores quieren convertirlo en una disputa de BNG y AGE contra el PP mediante una campaña de desprestigio a un alcalde que tiene un amplio respaldo electoral. Si alguien cree que estoy cometiendo alguna irregularidad en todo el proceso y me quiere llevar delante de la Fiscalía Anticorrupción que lo haga, estoy incluso dispuesto a acompañarlo, pero que lo haga con pruebas porque en este país sale demasiado barato injuriar.

-¿Cuál es el riesgo real de la mina?

-Todos los proyectos industriales conllevan un riesgo. Si pensamos en ello no podría haber ninguna fábrica abierta en ningún sitio. Nuestro papel es exigir que se cumpla la legislación y ejercer la mayor vigilancia para que los riesgos se minimicen.

La mina es una oportunidad para una comarca que tiene un paro que ronda el 30 por ciento, con una edad media de 50 años y parados de baja cualificación que no tendrán oportunidades en otros sectores. Particularmente me encantaría que se instalasen aquí multinacionales del automóvil o tecnológicas, pero la realidad es que no hay ninguna alternativa a la mina.

-¿Cómo vive las protestas?

-La oficina para la captación lleva recogidos más de 5.000 currículums. No puedo explicarle a esa gente que está en una situación desesperada que vienen otros de fuera, normalmente con trabajo fijo y habitantes de ciudades, que quieren paralizar un proyecto que traerá riqueza a la zona. Aquí se ha hecho una encuesta, y el 80 por ciento de la gente está a favor de la mina. Mi experiencia es que la mayoría son los habitantes que están silenciosos y ellos la apoyan. Las plataformas en contra se equivocan en las formas y los argumentos. Si sus peticiones se situasen en reclamar la seguridad total de la mina, tendrían todo mi apoyo.

-¿La empresa ha querido abandonar?

-El riesgo es que los inversores pierdan el interés porque ven que están cumpliendo los plazos y la normativa pero no les dejan avanzar.

-¿Y usted?

-Nunca. He apostado por la mina porque creo firmememente que es buena para el pueblo. Este proyecto iba en mi programa electoral y los resultados se vieron en las urnas. Pondré el mismo entusiasmo en apoyarlo para que se instale como para garantizar que sea plenamente seguro.

-¿Se siente presionado?

-Evidentemente existen presiones, pero no sería un buen político si cediese a ellas solo por buscar el aplauso. Simplemente tengo que buscar lo que es bueno para mi ayuntamiento, lo otro me va en el puesto.

-¿Hay ya una fecha aproximada para la llegada de la mina?

-Esperamos tener noticias en verano. La responsabilidad última es de la Xunta, que se tiene que posicionar del lado de la gente que quiere trabajar y tener un futuro contra el drama del paro.