Las procesiones del Encuentro ponen fin a una Semana Santa plena

A las tradicionales procesiones se han sumado este domingo un acto especialmente singular, como es la Bajada del Ángel que se celebra en la localidad burgalesa de Aranda de Duero y en la vallisoletana de Peñafiel. En la primera, más de 2.000 personas se congregaron en torno a la iglesia de Santa María para asistir al «vuelo» de un angel alado de carne y hueso que lleva sobrevolando el cielo de la famosa plaza desde hace cinco siglos con motivo del Domingo de Resurrección.

Este año la figura del ángel alado la encarnó la pequeña Ainara Helguera Esteban, una niña de 6 años, que ya estuvo ensayando la pasada edición el papel por lo que este año lo tenía más que aprendido, como confesaron sus familiares. Arandina de nacimiento, e hija de una cofrade, la pequeña causó sensación por su desparpajo y habilidad en un papel que convierte a los menores en ángeles por unos minutos.

En Peñafiel, cientos de personas se congregaron en una abarrotada plaza del Coso para ver bajar a Hugo Orrasco, el niño elegido este año de la Confradía de la Pasión para protagonizar esta fiesta de Interés Turístico Nacional.

En poco menos de cinco minutos se produjo el acto, que concluyó con un tímido aplauso tras escuchar el himno de España, momento en el que el pequeño «Ángel» sale del huevo y patalea como símbolo de la alegría de la resurrección de Cristo.