Empieza el mundial de ciclismo en Ponferrada

La celebración del Mundial de Ciclismo en Ponferrada supone el final de una carrera que se inició hace casi un lustro y que obtuvo el refrendo de la Unión Ciclista Internacional (UCI) hace tres años y medio. Desde entonces, muchas cosas han cambiado en Ponferrada y en el propio proyecto del Mundial. A nivel político, la ciudad experimentó un polémico cambio de gobierno municipal, que aupó a la alcaldía a Samuel Folgueral, quien ni siquiera era concejal cuando se presentó la candidatura. Y a nivel deportivo, la propuesta inicial sufrió remodelaciones muy significativas. Primero, se descartó la posibilidad de celebrar una contrarreloj individual con final en el alto de San Cristóbal de Valdueza. Luego, hubo que cambiar el itinerario de las pruebas en línea, porque no había tiempo, ni dinero, para construir algunos viales nuevos. La realidad quedó muy lejos de la aspiración inicial de que el Mundial contribuyera a una transformación global de Ponferrada. Precisamente, la falta de fondos fue otro de los grandes problemas a superar, después del revés del Gobierno, que, recién llegado el PP, negó ayuda económica alguna para el Mundial berciano. Así, la Junta de Castilla y León fue el único gran sustento financiero público, con la aportación de 800.000 euros. El resto saldrá de las arcas municipales y de los patrocinadores, hasta completar un presupuesto de 11 millones de euros, también inferior a lo previsto inicialmente.

A cambio, Ponferrada espera un impacto de ingresos directos de 41’2 millones de euros en el Bierzo y la provincia de León. Es, al menos, el cálculo que se hizo en su día, teniendo en cuenta las estancias, manutención para deportistas, federativos y espectadores durante la competición, así como otros gastos de tipo logístico, transporte en taxis o coches de alquiler, y compras en supermercados, productos locales o farmacias, así como consumiciones en cafeterías y bares. Y, a ello, se une la repercusión publicitaria que supondrá la difusión de las imágenes de Ponferrada entre una audiencia calculada en más de 750.000 espectadores en todo el mundo. Y, a ellos, habría que añadir la afluencia esperada de visitantes, con estimaciones que han llegado a alcanzar la cifra de 350.000 personas, que supondría multiplicar por cinco la población de esta ciudad.

Esas circunstancias abren la esperanza de que el Mundial sea el embrión de la recuperación económica para una comarca muy castigada por la crisis y, especialmente, por el declive de la minería del carbón. Además, se espera que sirva como escaparate para la promoción de los atractivos turísticos del Bierzo y de sus alimentos de calidad. De hecho, los consejos reguladores bercianos celebrarán demostraciones gastronómicas y ofrecerán catas de productos como manzana reineta, pera conferencia, botillo, pimientos asados, castañas y, por supuesto, vinos. Precisamente, el sector vinícola berciano aprovechará el Mundial para la presentación de una edición especial de dos mil botellas con una etiqueta conmemorativa del Mundial ciclista, que serán regaladas a los responsables de la Unión Ciclista Internacional y a las autoridades asistentes, con el objetivo de que ayuden a difundir las bondades de esos caldos.

Aunque las carreras ciclistas se disputarán a partir del domingo, el acto inaugural tendrá lugar este sábado, a las ocho y media de la tarde, con fiesta musical en la plaza del Ayuntamiento y homenaje a los ciclistas españoles más destacados de los últimos tiempos y que ya no están en activo: Miguel Induráin, el segoviano Pedro Delgado y el abulense Carlos Sastre, además de Óscar Freire, Abraham Olano, Igor Astarloa y Óscar Pereiro.