«No sé porqué estoy aquí». Fueron la primeras palabras de Triana ante la jueza en una declaración en la que juega al despiste en varias ocasiones y se lava las manos en el crimen. Estaba por el centro y vio que llegaba su ... madre «pálida, desencajada, nerviosa. Me dio el bolso, me dijo que me esperaba en el coche y que me deshiciera de él».
«No creo que lo haya hecho», responde cuando le preguntan sobre los motivos de su madre para apretar el gatillo y dice creer que «a lo mejor le he amargado la vida al contarle mis problemas», a los que dedica buena parte de su declaración, en la que deja a Carrasco como un «demonio» y sentencia que estaba «detrás» de todos sus males. ¿Por qué? «Puede que tuviera envidia. Ella tenía que ser el centro de atención y yo caía bien a todo el mundo».
De los efectos encontrados en su casa: drogas, cartuchos, otro arma... «No sé nada», a todo. Ante la marihuana: «Mi madre fuma porros». Las fotos de Carrasco y de lugares que indican seguimientos anteriores: «No me acuerdo».
Triana Martínez: «Puede que me tuviera envidia porque yo caía bien a todo el mundo»
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