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Testigos del atentado de Burgos: «Parecía una zona de guerra»
La bomba contra la casa cuartel de Burgos buscaba causar el «mayor número de víctimas», declaran sus testigos en el juicio
Testigos del atentado de Burgos: «Parecía una zona de guerra»
Los «vehículos estaban calcinados», la parte «inferior del edificio totalmente derruida».... Parecía «una zona de guerra». Así definieron ayer los testigos del atentado contra la casa cuartel de Burgos el escenario «devastador» que dejó el coche bomba cargado con de más de 700 kilos ... de explosivos que destruyó las dependencias de la Guardia Civil en el verano de 2009. Una acción que no dejó víctimas mortales aunque sí decenas de heridos y que tanto los peritos como los que vivieron de cerca la tragedia aseguraron que buscaba «causar el mayor número de víctimas», según explicaron ayer ante la Audiencia Nacional en la primera jornada de la vista oral contra el «Comando Otazua» de ETA como presunto responsable. Sus integrantes, Daniel Pastor, Iñigo Zapirain y Beatriz Etxebarria, se acogieron a su derecho a no declarar.
La intención de causar un fuerte impacto está «clara», consideraron los testigos. Y es que, según recordaron, la furgoneta cargada de explosivos estaba «estacionada a escasa distancia del recinto» y «enfocaba hacia las viviendas», en las que en el momento del atentado, en la madrugada 29 de julio de 2009, dormían «noventa familias», entre las que figuraba un elevado número de niños. De hecho, hay 41 menores entre la lista de heridos que provocó el coche-bomba, informa Ep.
La cercanía a la casa cuartel provocó que la bomba dejase «un cráter de unos seis metros de diámetro y 1,80 metros de profundidad. La fuerza de la explosión llegó a 600 u 800 metros de distancia. Un bloque de motor llegó a 250 metros», explicaron agentes que participaron en la investigación. Los efectos fueron «devastadores». «No quedaba casa», explicaba un agente que esa noche dormía en las instalaciones ante la pregunta de fiscal de cómo había quedado su hogar tras el atentado.
La explosión dejó 145 heridos . Decenas de menores presentaban «cortes y erosiones» y diversos adultos sufrían «síndromes de estrés postraumático, agorafobia y demás secuelas de tipo psiquiátrico» que les incapacitan, informaron por su parte en el juicio varios médicos forenses.
En la jornada de hoy se retoma la vista con los informes de las partes. La Fiscalía elevó ayer a definitiva su petición de 3.498 años de cárcel para cada acusado, que no quisieron «participar en el juicio» y se negaron a declarar por «no reconocer la legitimidad del tribunal».
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