Medicina a la carta

Desde la Unidad de Investigación del Hospital Clínico Universitario , de la mano de los doctores Jesús Bermejo y Eduardo Tamayo , como responsables de las Comisiones de Investigación e Infecciones respectivamente, se está desarrollando una importante técnica que, destacan, «posibilitaría determinar mediante un análisis de sangre la probabilidad de infección del individuo, así como determinar con mayor premura y exactitud si el paciente ya presenta algún grado de sepsis».

Esta técnica no sólo es un descubrimiento pionero a nivel mundial «por el que estamos a la espera de ampliar el espectro de prueba clínica y conseguir una patente», sino que permitirá incrementar de forma exponencial la seguridad del paciente grave. Para estos profesionales, el objetivo último de la investigación es el enfermo y la resolución más eficiente y efectiva de los problemas que «cada día observamos en nuestras consultas».

Además, el trabajo en investigación va a redundar de forma positiva en la economía sanitaria de la Comunidad Autónoma, «y ésta es la idea que debe imperar para mantener el apoyo a este tipo de trabajos», asegura el doctor Bermejo.

En este sentido, el Hospital Clínico Universitario de Valladolid presume de una óptima coordinación de sus trabajadores, «especialmente de las unidades UCI y REA, donde se encuentran los casos más graves y a los que es, si cabe, más importante atender con las máximas garantías», explica el doctor Tamayo.

La medicina individualizada es el futuro de la ciencia, asegura este profesional, quien no duda en destacar el apoyo con el que cuenta el complejo hospitalario hasta el momento, por parte de la Administración regional, «aunque es cierto que también dependemos de otro tipo de financiación, como la procedente del Instituto Carlos III , que conseguimos gracias al gran esfuerzo complementario que los profesionales sanitarios realizamos fuera de nuestro horario laboral estricto», añade. «Una situación positiva en cuanto que nos obliga a ser más competitivos en nuestros trabajos y, al final, esto redunda en un mayor beneficio para el paciente», añade Bermejo.

Centro de referencia

No obstante, ambos profesionales consideran importante trasladar a la sociedad vallisoletana el alto nivel de investigación que este centro lleva desarrollando en los últimos años. «Fuimos el centro referencia nacional durante la pandemia de gripe de 2009, cuando surgieron los primeros casos en México », comenta el doctor Bermejo. Entre otras importantes técnicas, «somos capaces de realizar el análisis inmunológico del paciente para definir con exactitud cómo se encuentra su organismo a la hora de poder hacer frente a un tipo de tratamiento u otro, como estamos aplicando con las patologías hepáticas», añade.

Trabajos que también precisan de equipamientos específicos, como en este caso de una Unidad de Investigación «dotada con unas herramientas de análisis molecular que no todos los centros disponen», explica el responsable de la misma.

Por su parte, el doctor Tamayo destaca la importancia de un trabajo que están llevando a cabo, y que consiste en el estudio pormenorizado de la historia clínica del paciente, «con el gran esfuerzo a nivel de recursos humanos que requiere», con el objeto de «exprimir» esta información al máximo, «conscientes de que algunos de estos datos pueden aportar informaciones muy valiosas para la atención al paciente».

Abandonar los complejos

Según estos expertos, es hora de dejar a un lado los complejos y mirar hacia otros países como referentes en los grandes avances científicos. «Desde este Hospital se han llevado a cabo importantes investigaciones con publicaciones en revistas de referencia, que nos consta que son fuente de información para otros sanitarios a nivel mundial», afirma Jesús Bermejo.

Una línea de trabajo que cuenta con el apoyo por parte de la Junta de Castilla y León dentro de su Plan estratégico de Investigación Biomédica y de Ciencias de la Salud , donde se valora los ensayos clínicos como una herramienta fundamental integrada en la estructura del sistema sanitario autonómico. «Sin los ensayos clínicos en biomedicina, los esfuerzos y los recursos destinados a la investigación, en sus etapas básica y aplicada, nunca tendrían una plasmación en la aplicación asistencial y, en definitiva, en el objetivo último de curar enfermedades y mejorar la salud de las personas y su calidad de vida», afirman desde la Consejería de Sanidad.

Unidad de Ensayos Clínicos

La Comunidad dispone desde 2010, y en colaboración con Farmaindustria, de una Unidad central de Ensayos Clínicos, dotada en la actualidad con ocho profesionales y casi dos millones de euros de presupuesto. Además, nuevas estructuras, como el Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca o los «biobancos» están contribuyendo a un incremento significativo de los ensayos médicos en Castilla y León. Las autorizaciones para ensayos clínicos se han elevado anualmente una media de 3,8 % frente al descenso, en el conjunto europeo, del 18 %. Precisamente Castilla y León se situó en 2011 como la sexta comunidad con más ensayos a nivel nacional, con un total de 365.