«A la gente le cuesta reconocer que necesita que le inviten»

El propietario de la cafetería reconoce que uno de los grandes problemas a los que se están enfrentando es que «a la gente le cuesta reconocer que necesita que le inviten al café». En este sentido, Magaña explica que «antes se podía reconocer por la ropar, pero ahora no». Para superar ese miedo, Magaña explica que lo ideal es que «la persona que invita traiga al bar a la que lo necesita», en lugar de darle el dinero.

El propietario de la cafetería vallisoletana señala que ahora hay mucha gente que «sacrifica el café para poder comprar un kilo de arroz para comer», por eso cuando una amiga costarricense le informo de esta plataforma, no dudo en ponerse en contacto para ver en que consistía. Margaña resalta que esto no sería posible «sin el principio de la confianza », ya que por un lado «los clientes tienen que confiar en que el dinero no nos lo quedamos» y por el otro «nosotros tenemos que creernos que la persona que lo solicita está necesitada.

La cafetería Libertad 3 es sólo un ejemplo de una corriente que se ha ido extendiendo por todo el territorio nacional y regional, buena muestra de ello es que en Valladolid hay otro establecimiento que se ha sumado a esta inicaitiva como es el Music Hall, mientas que en León y Salamanca también son dos los locales que participan de «Café Pendiente». El sexto local de Castilla y León en acoger este tipo de iniciativas es el bar Topsis de la localidad burgalesa de Aranda de Duero . En total, seis establecimientos que seguramente en poco tiempo sean muchos más.