Semana Santa 2013: «Pasión» por las chapas

Un repunte de popularidad de este juego que aunque evoca a la infancia presenta una diferencia fundamental con aquel juego inocente: las apuestas. Una tradición remota que hizo que la Junta de Castilla y León tuviera que establecer una legislación que permitiera regular este juego. La primera medida fue limitarlo a tres días al año, desde el jueves hasta el Sábado Santo, una decisión que desde el Bar Siglo XX, regentado por José Antonio en Aguilar de Campoo (Palencia), consideran positivo ya que “da más seguridad por si ocurre algún incidente”.«Se pueden jugar hasta mil euros»

Durante estas fechas, los jugadores se reúnen en torno a un círculo y así comienzan la partida. El sistema de juego es sencillo. El jugador que lanza las chapas apuesta una cantidad de dinero y decide si quiere “caras o cruces”. Entonces, tira las monedas y si el resultado es favorable dobla beneficios, mientras que si es contrario pierde lo apostado. En el caso de que una salga cara y la otra cruz, tendría que volver a tirar. El siguiente paso es saber si el “mano” o jugador se juega todo lo ganado o sólo la cantidad inicial, ya que está mal visto no dar opción de revancha a sus rivales.«Hay que elegir entre caras o cruces»

Un formato simple, pero que para asegurar su buen funcionamiento está coordinado por el “baratero”, que es la persona encargada de dar validez a la tirada, ya que ésta tiene que alcanzar cierta altura y caer en el círculo, y llevar la cuenta de apuestas. Un juego en el que antes se apostaban hasta propiedades, pero que en la actualidad sólo pone en juego dinero, aunque con cantidades que pueden llegar “ a los mil euros”, según cuenta el propietario del chapas, otro de los locales que organizan estas competiciones.

En los últimos años se ha notado un descenso de participantes, reconoce José Antonio, quien explica que “se ha notado la crisis y el descenso de población”. En la misma línea se expresa que a partir del jueves empezarán a ofertar competiciones de chapas y cuyo dueño explica que en los treinta años que lleva organizando esta actividad “ha bajado cerca de un 70% el número de participantes”. Unos datos que hacen que ambos coincidan en señalar que para esta Semana Santa se espera que “sea flojo”.