El Servicio Canario de Empleo no registró oferta de trabajo alguna por parte de Repsol

Los sondeos petrolíferos llevados a cabo a finales del año pasado por Repsol en aguas cercanas al Archipiélago aún siguen siendo objeto de preguntas parlamentarias, a pesar de que no se haya descubierto crudo comercialmente rentable en la primera cata ni forme parte ya del rifirrafe político isleño. Por ejemplo, la Consejería de Empleo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias sostiene que «hasta la fecha», es decir, hasta este 12 de marzo, no tiene constancia de que Repsol u «otras empresas que pertenezcan a su grupo» hayan tramitado ofertas de empleo ante el Servicio Canario de Empleo (SCE) «vinculadas a las prospecciones».

Preguntada por María del Mar Julios, diputada autonómica hasta enero —hoy senadora— por la creación de puestos de trabajo en Canarias por parte de la compañía durante los trabajos de exploración «en las costas», esto es, a más de 50 kilómetros del litoral insular, el departamento que encabeza Francisca Luengo, agrega que tampoco tiene conocimiento alguno de que la empresa haya efectuado «contrataciones por otras vías distintas a la presentación de ofertas de empleo ante este SCE».

Como se recordará, el buque de perforación contratado por Repsol tiene capacidad para albergar a un total de 210 personas, la mayoría trabajadores especializados en las actividades de investigación relacionadas con la presencia de posibles pozos de gas y crudo. Desde un punto de vista técnico, la base logística de los sondeos se instaló en el Puerto de Las Palmas y las empresas canarias Hamilton y Grosa le prestaron los servicios pertinentes durante la exploración.

No obstante, Repsol siempre mantuvo su interés en «promover» la contratación de personal canario, tanto para trabajar en el buque que realizó las perforaciones, como para las labores de asistencia en tierra vinculadas a las catas. En total, preveía que se necesitaban contratar en torno a un centenar de puestos de trabajo en una primera fase de arranque, entre personal de mantenimiento, electricistas, administrativos, peones de puente y otros perfiles. Hay que tener en cuenta que el «Rowan Renaissance» cuenta con tres grúas de cien toneladas de peso cada una y de una cubierta variable con capacidad de carga de 20.000 toneladas y cinco bombas de lodo.

El barco también tiene motores diésel que mueven los motores eléctricos. Cada motor eléctrico mueve una hélice provista de aspas reversibles que funcionan con un sistema hidráulico, que maneja el ángulo de las aspas de las hélices. Además de la elevada especialización requerida para trabajar en este barco, durante las prospecciones la operadora sumó barcos de apoyo con personal a bordo al «Rowan Renaissance», así como dos helicópteros y sus pilotos de la empresa Inaer, con base en el Aeropuerto de Guacimeta, en Lanzarote. El servicio de helicópteros consistió, básicamente, en el traslado del personal al buque.