El «Rowan Renaissance», una moderna ciudad flotante

El perforador es un barco dotado con un sistema de posicionamiento dinámico por satélite (GPS). Una de sus principales bazas es que no es necesario anclarlo al fondo marino, lo que significa que puede permanecer inmóvil en alta mar incluso en condiciones meteorológicas extremas, como olas gigantes o vientos huracanados.

Con 229,2 metros de eslora y 36 metros de manga, funciona con seis motores con una potencia de 65.000 caballos que le permiten una amplia versatilidad de movimientos. Un pequeño robot controla todas las operaciones durante el sondeo. Incluidos los movimientos de las tres grúas de 100 toneladas o las cinco bombas de lodo.

Esta auténtica ciudad flotante de última generación , puede almacenar diésel marino (7.500 m3); agua de perforación; lodos líquidos; cemento; lodos a granel; salmuera, aceite de base, agua de lastre y sacos.

Con una capacidad para albergar a 210 personas , también dispone de un helipuerto, de un cine con un aforo para medio centenar de espectadores, comedor, camarotes y un gimnasio.

Construido por la coreana Hyundai Heavy Industries, se botó el año pasado y su primer destino fue Namibia. Cuando culminó sus trabajos allí, continuó en Angola antes de zarpar rumbo a Canarias. La empresa propietaria, Rowan Companies plc., formalizó con Repsol el contrato de servicios con Repsol en 2012 por una duración, en principio, de tres años.