Arando en el mar

¿Quién salva a Canarias de sus gobernantes?

PABLO PAZ

El Gobierno canario, cuya coalición nacionalista y de izquierdas no para de gastar dinero, tiempo, esfuerzo y recursos públicos en una campaña espuria contra las futuras prospecciones petrolíferas, que se supone se llevarán a cabo en el 2014, ha rizado el rizo del esperpento político ... y se ha aliado con lo más rancio de la izquierda de este país, incluida la ínclita Pilar Bardem , profesional de la lectura de los manifiestos más variopintos, además de algún líder en retirada del partido comunista y de los mismos ecologistas que hará unos días le recriminaban al propio presidente canario la construcción del puerto de Granadilla (Tenerife) por suponer una «grave amenaza» al ecosistema marino.

A este mismo gobierno no le da vergüenza airear a los cuatro vientos lo peligroso que resultaría extraer petróleo cerca (la distancia de las posibles perforaciones se supone que estaría a 50 o 60 kilómetros de la costa canaria) por las posibles consecuencias negativas que un posible derrame o escape de fuel podría producir sobre la «imagen exterior» del Archipiélago a nivel del turismo mundial. Claro está que, en sus denuncias, no entra el decir que si España no extrae el petróleo, las consecuencias negativas de un posible escape seguirían existiendo, ya que Marruecos está en ello sin que le importe demasiado todas estas guerras políticas y mediáticas.

La campaña denominada «salvarcanarias» está cumpliendo en cierto modo su misión, ya que ciertos medios de comunicación próximos a la izquierda de este país recogen a toda plana que «la mayoría de la sociedad canaria» está en contra de estas prospecciones, porque, entre otros motivos, «será un recurso que generará dinero a unos pocos», o porque, según el propio presidente canario, «la naturaleza es algo permanente, mientras que el petróleo se puede acabar», además de «poner en peligro el turismo, el motor económico de las Islas».

Supongo que la mejor forma de contrarrestar todas estas acusaciones, que tienen mucho de visceral, partidista e irresponsable, es denunciar una realidad que, como muchos canarios ya saben, no es otra cosa que destapar esta campaña orquestada personalmente por el presidente Paulino Rivero , el cual se mueve por unos intereses exclusivamente personales, con la intención de obtener unos determinados apoyos y réditos políticos (principalmente provenientes de las islas de Lanzarote y Fuerteventura) que le sirvan para mantenerse en el poder otros cuantos años más. Lo demás son historias para no dormir.

Y, si no, que se lo pregunten a los noruegos, que llevan ya 35 años extrayendo petróleo, concretamente más de 20 millones de barriles de petróleo bombeados de la plataforma continental noruega, que, para más inri, la han declarado monumento y actualmente pertenece al patrimonio nacional, el cual da testimonio permanente del proceso tecnológico, muestra su ambiente laboral y pone de manifiesto ante el mundo el impacto social que dicha industria tiene actualmente para Noruega (país que concilia perfectamente la extracción del petróleo con un turismo cada vez más creciente), ya que, entre otras razones de peso, da trabajo a más de 80.000 personas y, a la vez, se muestran orgullosos de encontrarse a la vanguardia en cuanto a tecnología y protección del medio ambiente.

¿Quién salva a Canarias de sus gobernantes?

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