Imputado un agricultor por el incendio que ha calcinado 14.000 hectáreas en las Cinco Villas

No fue un incendio provocado, sino fortuito. Pero los investigadores del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil consideran que el agricultor es legalmente responsable de lo ocurrido, porque la chispa que saltó de la cosechadora se produjo por llevar el «peine» de la misma demasiado bajo. Los agentes entienden que eso hizo que el equipo metálico golpeara una piedra e hiciera saltar la chispa que prendió en la vegetación seca de la finca, extendiéndose el fuego después por campos y montes de forma descontrolada.

El incendio se produjo en la tarde del pasado sábado, día 5. Obligó a desalojar a unas 1.500 personas de varios pueblos de las Cinco Villas cuyos cascos urbanos se veían amenazados por el avance de las llamas. Tardó cuatro días en poder quedar controlado el incendio y aún no se ha dado totalmente por extinguido, casi una semana después, tras haber arrasado 14.000 hectáreas, la mitad campos de cultivo —en su práctica totalidad dedicados al cereal, que ya se habían cosechado, aunque quedaba por recoger la paja— y el resto pinares, carrasca y monte bajo.

Según informó hoy la Guardia Civil, la imputación contra este agricultor se ha sustanció este jueves, tras completarse las pesquisas por parte de un equipo de investigación del Seprona especializado en incendios forestales . Fue en la tarde del mismo sábado, poco después de producirse el fuego, cuando comenzaron las investigaciones sobre el terreno. Los agentes lograron acotar una zona de 25 metros cuadrados como posible área en la que se inició el fuego.

Tras una minuciosa inspección de esa parte del terreno, detectaron un punto en el que, junto a marcas de ruedas de cosechadora, había una piedra que presentaba un fuerte golpe y, cerca de ella, partículas metálicas que fueron recogidas y analizadas.

Las mismas fuentes han indicado que, según pudieron confirmar también los agentes, cuando se desencadenó el incendio una cosechadora estaba trabajando en ese lugar recolectando cebada, y han identificado al conductor de la misma, P.M.T., de 54 años y vecino de Luna , al que han imputado por un presunto delito de incendio forestal fruto de una acción negligente.

Tras conocerse esta imputación, el sindicato agrario UAGA ha pedido , a través de un comunicado, que no se criminalice a los agricultores por realizar una actividad normal como es cosechar el cereal.

Recuerda que no hay ninguna normativa que establezca la altura a la que se debe colocar el peine de la cosechadora por lo que si el fuego se originó por el roce de las cuchillas con una piedra se trata de «un accidente totalmente fortuito» , según UAGA, que insiste en que para la comisión del delito de incendio se requiere «una imprudencia grave» .

Habrá que comprobar -continúa el sindicato agrario- si se ha tenido el cuidado "objetivamente debido" en la ejecución de los trabajos de recolección.

Por otra parte, destaca que aunque hubiera imprudencia, la magnitud del daño no se debe solo a la actuación del agricultor, sino a que en la actualidad la evolución de los incendios también viene motivada por las condiciones en las que se encuentran los montes, «sin limpieza y sin cortafuegos» .