Las empresas públicas del Gobierno de Aragón perdieron otros cien millones durante el último año

Cuando Luisa Fernanda Rudi accedió al Ejecutivo autónomo, en julio de 2011, puso en marcha un plan de reestructuración para poner orden en las cuentas de estas sociedades. Desde entonces, se ha reducido plantilla en un 15 por ciento, se han recortado puestos directivos y sueldos, se han vendido las acciones que el Gobierno aragonés tenía en algunas empresas privadas en las que participaba, se han disuelto varias sociedades controladas por el Ejecutivo autónomo y otras se han fusionado.

En julio de 2011 el Gobierno aragonés tenía 27 empresas de su propiedad y otras 76 participadas, un buen número de ellas junto a socios privados. Ahora quedan 68 empresas participadas, y 27 en las que el socio mayoritario o único es el Gobierno de Aragón.

Pero, pese a este «adelgazamiento» estructural, las pérdidas siguen siendo abultadas. De hecho, en 2012 fueron muy superiores a lo que el propio Gobierno de Aragón predijo. En diciembre, ante el Parlamento autonómico, la cúpula de la Corporación Pública Empresarial vaticinó unas pérdidas de 25 millones de euros, pero finalmente han sido 99,5 millones, según consta en la memoria consolidada de todas estas sociedades que acaba de ser presentada ante las Cortes de Aragón el consejero de Economía, Francisco Bono. Y la deuda global, que se había previsto que ascendiera a 436 millones de euros al acabar 2012, finalmente fue de 477 millones. Otra desviación de calibre.

La causa, según el consejero aragonés de Economía, Francisco Bono, reside en la drástica depreciación de los activos inmobiliarios, que son muchos. Las empresas más ruinosas son las que durante la etapa presidida por el PSOE se crearon al calor del negocio del ladrillo: la Plataforma Logística de Zaragoza es el caso más emblemático, pero también Zaragoza Expo Empresarial. Eso sí, no todas las pérdidas son fruto de la depreciación de activos, también la propia estructura de negocio de un buen número de esas sociedades. Incluso algunas en las que el Gobierno aragonés es al mismo tiempo el dueño y el cliente principal. Y aún así han venido perdiendo dinero.

En 2011 las pérdidas ascendieron a 94,26 millones de euros, y el año pasado a 99,54 millones. El récord se registró en 2007. Aquel año el Gobierno aragonés inyectó 60 millones de euros en sus empresas públicas y, aún así, sumaron unas pérdidas de 137 millones.