riada mortal
«En Oliete hoy nadie habla de las pérdidas económicas; sólo se piensa en Carlos»
Consuelo García, la esposa del aún desaparecido en la riada de Teruel, sigue atenta las labores de búsqueda. «Mi marido ha muerto» repetía sin cesar al salvar su vida
érika montañés
El municipio turolense de Oliete no pasa de 440 habitantes. Hoy lunes no hay uno solo que no hable de Carlos Trallero y su desgracia. Se trata del vecino de 48 años cuyo cuerpo todavía se busca en el recorrido que traza el río ... Seco, en conjunción con el río Martín, en su camino hacia el pueblo contiguo de Albalate del Arzobispo. El mismo periplo que recorrió este fin de semana la gran tubería de 300 kilos de la potabilizadora y que todavía mantiene sin agua potable a todo el pueblo. Se espera recobrar ese suministro en breve, aseguran a ABC.es desde el Ayuntamiento de Oliete, pero hay algo que no se recuperará: la vida de Carlos.
Su mujer, Consuelo García , ha recibido el alta del Hospital de Alcañiz, cuentan desde el centro sanitario comarcal, y ha regresado ya al pueblo para seguir muy de cerca las labores de búsqueda de su esposo, que habría perecido en la riada que lo arrastró cuando volvía de la zona conocida como Cueva Foradada. Retornaba con s u mujer de recoger caracoles , esa afición tan extendida en toda la provincia de Teruel cuando empiezan a caer las primeras gotas del verano. Consuelo es peluquera, su marido trabajaba en la depuradora del pueblo. Ambos son vecinos de Oliete que regresaron a la localidad hace un puñado de años provenientes de Barcelona, para buscar una salida laboral y también para terminar sus días en su lugar natal.
Vecinos del municipio comentan a este periódico que desde el año 1945, cuando una inmensa riada se lo llevó todo sin control, no habían visto nada igual [ Puedes ver aquí una galería de imágenes terribles que deja la tormenta en Teruel ]. El pasado sábado comenzó a llover sin intermitencia a las 16.00 horas y a las 20.00 horas se produjo el fatal suceso. La corriente se llevó el coche de Consuelo y Carlos. Ella pudo salvar su vida, probablemente porque se formó una suerte de presa junto a un puente y el coche se detuvo ahí durante un tiempo. Después, el vehículo siguió el curso del cauce desmandado. Con Carlos dentro. El turismo apareció kilómetros más abajo. De Carlos aún no hay rastro, y un equipo de buzos y unidades caninas, amén de bomberos y personal de Protección Civil y Emergencias, lo buscan sin denuedo. El alcalde Ramiro Alfonso también se confiesa «desbordado» por la situación. Todo el pueblo tiene el corazón en un puño.
«Sólo se habla de Carlos»
«En Oliete hoy nadie habla de los garajes y "masicos" (como masías, chalés colindantes al río) anegados, de los coches destrozados o las huertas devastadas; hoy solo se habla de la pérdida humana», afirman desde el Ayuntamiento local. Esther Carod, vecina de Oliete , acudió, como el resto del pueblo, con su hijo a observar la terrible tromba de agua. Señala que de no ser por la lluvia anticipada, «todo el pueblo hubiese estado bañándose o paseando por el curso del río , pues es el lugar neurálgico de vida social de esta localidad» y entonces las pérdidas hubiesen sido mayores, sin duda. «Mi marido ha muerto» es la frase que repetía sin cesar Consuelo al salir con vida del cauce del río Martín. No tenían hijos. «En el pueblo no se habla de otra cosa, está todo el mundo muy preocupado. No se había visto tanta agua y maleza en décadas. Fue increíble, apenas cayeron 60 litros por metro cuadrado, lo cual se ha superado en otras ocasiones, pero el desbordamiento y el caudal tan enorme se produjo porque venía de pueblos de arriba, de La Vieja y de San Martín del Río, y aquí llegó de forma increíble. Había agua por todos lados», detalla Esther.
En los municipios corriente abajo, como Albalate del Arzobispo, se afanan este lunes en limpiar la rivera del río Martín. Pasada la tempestad, los vecinos reclaman a Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) mayor diligencia en la limpieza de los ríos, ya que opinan que el mantenimiento de las zonas próximas a los cauces no está siendo la idéona. Quieren evitar que una desgracia como la de este primer fin de semana de agosto vuelva a suceder, más pronto que tarde. infografía abc
«En Oliete hoy nadie habla de las pérdidas económicas; sólo se piensa en Carlos»
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