La madre del menor asesinado confesó a una vecina que su pareja agredía al niño

Según ha relatado a Europa Press la hija de los propietarios del bar de la urbanización Torrelamendros, donde han sucedido los hechos, su madre estuvo sobre las 21.00 horas de este domingo sentada con la mujer y el menor en la terraza del bar. Se acercó a ella para «desahogarse» porque «estaba muy preocupada por las situaciones que ya había vivido el niño», ha relatado.

«Le dijo a mi madre que tenía problemas con Alfonso y que a veces le había pegado al niño para sacarle información y averiguar dónde estaba ella», ha explicado. «También le dijo que había dejado al niño en la calle más de una vez al volver del cole y no le dejaba entrar a comer», ha añadido.

Además, según su versión, la madre quería saber si el niño «podía ir al bar si Alfonso volvía a dejarlo en la calle y le pidió a mi madre que si eso pasaba la llamara a la tienda y ella venía a recogerlo».

Esta vecina también ha asegurado que la pareja trabajaba en una tienda «anticrisis» en Torrevieja, de la que él es propietario y que la madre le había contado que «estaba esperando a que le cumpliera el contrato el día 6 de este mes para poder marcharse, porque al parecer no le pagaba y estaba esperando a cumplir el contrato para poder irse».

Le apuñaló cuando abría la puerta

Según el mismo testimonio, el apuñalamiento del menor se produjo cuando la madre, que había llamado a la Guardia Civil porque su pareja le estaba agrediendo, bajó a abrir la puerta a los agentes.

Varios vecinos han prestado a lo largo de la mañana declaración, entre ellos, una mujer que vive enfrente de la vivienda donde se han producido los hechos y que ha acudido voluntariamente a declarar porque el niño le había confesado hace más de un año que «Alfonso le pegaba».

Esta vecina ha dicho que ha querido declarar para evitar que el padrastro pueda decir que «tiene locura transitoria porque ya hace más de un año que le estaba dando al niño, y si alega eso tendría locura transitoria desde hace más de un año. El niño me lo contó y voy donde haga falta" ha asegurado.

La mujer, muy afectada por lo sucedido, ha añadido: «me pidió que le jurara que no diría nada, cosa que tendré tiempo para arrepentirme». La vecina ha descrito al menor como «un cielo de niño, era guapísimo y muy educado siempre saludaba. Pero jugaba poco por la urbanización y también iba muy poco a la piscina».

El presunto agresor tiene dos hijos de 16 y 12 años de un matrimonio anterior y hace unos siete años que vivía en su casa de la urbanización Torrelamendros a la que hace aproximadamente dos que se mudó su actual pareja, de nacionalidad polaca, y su hijo, español.