La relajación se apodera del Hércules

Dos disparos mansos de Saúl por parte murciana y otro de Javito que detuvo Javi Jiménez por la herculana fueron la carta de presentación de un partido mirado con lupa por la LFP por presunto amaño del resultado , ya que el encuentro quedó fuera de los resultados de las casas de apuestas.

Pasado el cuarto de hora, los hombres de Onésimo dieron señales de querer aferrarse a la Liga Adelante con dos ocasiones prácticamente seguidas. La primera en un disparo de Matilla que detuvo Falcón sin consecuencias y la segunda en la que Kike García se fue por velocidad de los dos centrales herculanos y solo ante el meta local disparó desviado. Mientras tanto, el once de Quique Hernández se empeñó, sin éxito, en tocar el cuero en la línea de creación, ya que tanto Mario Rosas como Paglialunga no estuvieron acertados en la entrega .

Producto de esos errores en la medular llegó el primero de la tarde . Saúl robó el balón en tres cuartos de campo y se marchó de David Cortés para plantarse solo ante Falcón y marcar por el palo largo del portero andaluz. Este tanto anestesió el choque y el cuero deambuló perdido por el cielo de Alicante y fuera de las dimensiones reglamentarias del terreno de juego. Antes del descanso, el Hércules asomó por el área visitante en una aproximación de Javito por banda derecha, que Portillo peinó flojo.

Intentó el míster herculano dar más mordiente ofensiva con la entrada de Braulio en la punta de ataque y dejó en la caseta a un Mario Rosas que se despidió del Rico Pérez sin pena ni gloria. Saúl y Kike García, los más activos del bloque pimentonero, probaron fortuna en los compases iniciales del segundo periodo. Por parte blanquiazul, Javito puso a prueba los reflejos de Javi Jiménez con un chut pegado al poste. Cuando parecía que el envite iba a caer de nuevo en las garras de Morfeo, una jugada trenzada entre Saúl, Kike García y Matilla dejó solo a este último, quien fusiló sin piedad a Falcón . Las constantes vitales del partido fueron decayendo y solo se alteraron con un error del cancerbero murciano, que a punto estuvo de comerse una vaselina de Mora por una mala salida