Suscribete a
ABC Premium

UNA RAYA EN EL AGUA

Una campaña de siete meses

La altísima volatilidad de la opinión pública ha convertido las encuestas en un tiovivo de caballitos que suben y bajan

Ignacio Camacho

Abróchense los cinturones: esta campaña electoral no dura tres semanas sino siete meses. Las elecciones del 24 son sólo una meta volante, una primera vuelta, aunque se disputen en ellas significativas cuotas de poder o, con más exactitud, de presupuesto. Pero la pancarta de llegada ... está en las generales de noviembre o diciembre. Pese a la descentralización cuasi federal, en España el poder propiamente dicho continúa residiendo en un Estado cuyo control constituye el objetivo esencial de la política. Por eso lo que ahora comienza, tras la etapa prólogo de Andalucía, es un ciclo de escalada hacia el Gobierno que condiciona toda la vida institucional hasta final de año. Y en el que, como está demostrando el impasse andaluz, los resultados intermedios serán en gran medida provisionales.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia