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LLUVIA ÁCIDA

Naranjito

Cómo no, Hernando tenía que participar en el zafarrancho de destrucción contra Siutatans

David Gistau

El PP se autodiagnosticó un solo problema relacionado con la «comunicación» que lo hacía un partido antipático en la percepción de la gente. «Nasty», por emplear el adjetivo de Esperanza Aguirre cuando no se resignaba por la súplica de una candidatura. Para resultar más simpático ... y explicar mejor el maná cotidiano que derrama sobre los españoles, una de las cosas que hizo el PP fue nombrar portavoz parlamentario y ubicar en primera línea de exposición a Rafael Hernando. Vistas sus broncas prestaciones, el nombramiento ha resultado ser como aquel chiste del tipo que entra en una librería: «¿Me vende el libro de cómo hacer amigos, hijoputa?». Empiezo a pensar que es una broma incomprendida de Rajoy: nombrar para las declaraciones y para las negociaciones partidistas a un portavoz afectado de coprolalia. Ni a los Monty Phyton se les ocurre semejante «sketch». Mira que Pablo Casado se dedica a guapear con listeza en las tertulias del sábado noche, sacrificando la edad de conocer chicas y bailar encima de bafles, para que luego Hernando arruine su labor durante la semana reduciendo el discurso del PP a un improperio castizo con palillo entre los dientes.

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