Los trabajadores europeos dicen «no» a los recortes
Decenas de miles de personas de treinta países manifiestan su rechazo frontal a las medidas en el centro de Bruselas
maribel núñez
Los meses de recortes sociales y de aumentos dramáticos del paro han llevado este miércoles a decenas de miles de trabajadores europeos de treinta países (100.000 según los organizadores) a manifestar su rechazo frontal en las calles del centro de Bruselas. La elección del ... 29-S para esta euromanifestación no es casual, ya que la Comisión Europea ha aprobado una propuesta que endurece más las sanciones a los países que abandonen la senda del rigor en materia presupuestaria, o lo que es lo mismo, que no recorten drásticamente el gasto público para lograr situar el déficit en un máximo del 3% del PIB y la deuda en el 60% en 2014.
Los manifestantes, convocados por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) , no eran desde luego expertos en macroeconomía pero sí dejaron patente su negativa a que la crisis económica -que, por supuesto, no han provocado- siga corriendo a su costa en forma de recortes sociales, aumento del paro por la caída de la inversión pública, retraso en la edad de jubilación, bajada del sueldo de los funcionarios y un largo etcétera.
El Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso , que daba una rueda de prensa al mismo tiempo que los manifestantes se desgañitaban en la calle coreando sus consignas, recogió el guante y aseguró que todas sus propuestas tienen como objetivo el aumento del bienestar de los trabajadores y que «no hay mejor solución que unas cuentas públicas sanas para garantizar el bienestar de la sociedad». El Presidente del CES, John Monks, dijo por su parte que «la austeridad está de moda y hace que los Gobiernos de toda Europa estén recortando el gasto de tal forma que harán que la economía europea vuelva a entrar en recesión».
La manifestación de Bruselas fue el colofón a una jornada de protestas en muchos países europeos como Portugal , Polonia , Irlanda , Italia o Letonia , aunque otros muchos, con Francia en cabeza, han sido objeto de importantes movilizaciones de trabajadores en los últimos meses. El mensaje de todos estos trabajadores que se movilizan vía huelgas o manifestaciones a lo largo y ancho de Europa es que los Gobiernos deben seguir sosteniendo el crecimiento económico, hasta que la inversión privada recobre fuerza, para garantizar el empleo. Cabe recordar que el 10% de la población activa europea se encuentra sin trabajo, cifra que supone todo un récord desde que se creó la Eurozona. España dobla esta media europea al tener un paro del 20%.
Jean-Claude Mailly , secretario general del sindicato francés Fuerza Obrera, se mostraba rotundo al asegurar que «los responsables de la crisis, los bancos, los mercados financieros y las agencias de calificación que, en su mayoría, han pedido ayuda a los Estados para evitar la quiebra, quieren ahora hacer pagar a los trabajadores el coste de la crisis de la deuda que ellos mismos han provocado». En Francia, donde hay prevista una enorme protesta el sábado por el aumento de la edad de jubilación a los 62 años, el paro ha pasado del 7,6% en la primavera de 2008 al 10% de julio de este año. Las recetas del Gobierno francés para recortar el gasto público y reducir el déficit se han producido sobre todo en sanidad.
En Grecia , origen de la crisis de la deuda que estuvo a punto de acabar con la Eurozona en mayo y que luego se contagió a otros países, el desempleo alcanza también cotas históricas del 11% y los recortes son draconianos: bajada del sueldo de los funcionarios de un 15%, congelación de la plantilla de las empresas públicas, aumentos de impuestos. Grecia ha sufrido seis huelgas generales desde enero y ha sido el único país hasta el momento donde ha habido algún muerto durante las manifestaciones de protesta. Cabe recordar que el Gobierno griego estuvo entre la espada y la pared en primavera, de tal modo que si no se comprometía a hacer recortes presupuestarios el país se había declarado en quiebra.
Este panorama de recortes sociales se extiende a lo largo y ancho del continente europeo, incluso en la todopoderosa Alemania donde, a pesar de que el paro está en tan sólo el 6,9% de la población activa y por debajo del 7,1% de 2008, el Gobierno cristiano demócrata ha anunciado una reducción de las prestaciones por desempleo y de ayudas a las familias.
En Irlanda , donde la prosperidad de años atrás descansaba sobre una burbuja inmobiliaria y una política de bajos impuestos para atraer empresas, los recortes han tenido también la forma de reducción de las ayudas sociales y rebajas de sueldo a funcionarios.
Pese a estar fuera de euro, a Reino Unido también le ha llegado la onda expansiva de la crisis de la deuda de la Eurozona y el Gobierno ha optado por las «recetas» del resto de países, a las que en este caso ha añadido la especificidad de plantear un retaso de la edad de jubilación a partir como mínimo de los 66 años.
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