El Supremo de Brasil obliga a Bolsonaro a llevar tobillera electrónica y le prohíbe usar las redes sociales

La operación se produce poco después que el Fiscal General de la República, Paulo Gonet, solicitara la condena de Bolsonaro por cinco delitos, entre ellos intento de golpe de Estado, y ocurre en el marco de una investigación en la Corte Suprema, abierta el pasado 11 de julio, dos días después del anuncio de Trump de aranceles del 50% contra el comercio brasileño.

Según la cadena TV Globo, esta nueva línea de investigación indaga crímenes de coacción en el curso del proceso, obstrucción a la justicia y ataque a la soberanía nacional, lo que agrega una nueva capa a la ya grave acusación de intento de golpe de Estado, que ha sido el foco principal de la Fiscalía.

Bolsonaro, que mantenía una relación de amistad con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuando ambos ocupaban cargos públicos, está siendo juzgado ante el Tribunal Supremo de Brasil acusado de planear un golpe de Estado para impedir que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva asumiera el cargo en enero de 2023.

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El presidente de EE.UU. ha denunciado lo que considera «un terrible trato de un sistema injusto»; por su parte, el exmandatario brasileño ha reiterado que está siendo procesado «por un delito inexistente»

El inquilino de la Casa Blanca está presionado a Brasil para que detenga el caso contra Bolsonaro, argumentando que su antiguo aliado es víctima de una «caza de brujas».

De esta manera, Trump, que la semana pasada dijo que impondría un arancel del 50% a los productos brasileños, publicó el jueves en su propia red social una carta que envió a Bolsonaro. «He visto el terrible trato que está recibiendo a manos de un sistema injusto vuelto contra usted», escribió.

Los mandatos, autorizados por el juez Moraes, se cumplieron en la casa del expresidente, en Brasilia, y en direcciones ligadas al Partido Liberal (PL), su grupo político. Además de la imposición de usar tobillera y de manifestarse en redes sociales, Bolsonaro no podrá salir de casa entre las 19:00 y las 7:00, ni comunicarse con embajadores y diplomáticos extranjeros, así como acercarse a embajadas. Durante la operación la policía incautó al menos 14 mil dólares y 8 mil reales en efectivo (unos 1.300 euros) en la casa del expresidente.

La Policía informó de que las medidas cautelares contra el expresidente fueron necesarias porque se identificó el riesgo de salida de Bolsonaro del país. Esas medidas fueron autorizadas por el juez Moraes tras una representación de la Policía Federal, que contó con el parecer favorable de la Fiscalía General de la República.

En una entrevista con la prensa en la puerta de su casa, tras ponerse la tobillera, Bolsonaro negó que estuviera planeando salir del país. «Nunca pensé en salir de Brasil o ir a una embajada», afirmó el expresidente, que refirió que las medidas en su contra son una «humillación suprema».

El juez Moraes afirmó, a su vez, al imponer las medidas restrictivas, que el expresidente confesó un intento de extorsión contra la justicia brasileña al condicionar el fin de la subida de tarifas de Trump a su propia amnistía, lo que sería coacción. Trump le impuso a Brasil aranceles sobre sus exportaciones a Estados Unidos, al tiempo en que pidió la amnistía a Bolsonaro. El exmandatario brasileño respondió a ese apoyo diciendo que no se alegraba por los aranceles, pero que con su amnistía habría «paz para la economía».

Los abogados de defensa del expresidente informaron haber recibido la decisión con «sorpresa e indignación». «La defensa del expresidente Jair Bolsonaro recibió con sorpresa e indignación la imposición de medidas cautelares severas contra él, que hasta el presente momento siempre ha cumplido con todas las determinaciones del poder judicial. La defensa se manifestará oportunamente, tras conocer la decisión judicial.»

Con estas nuevas medidas cautelares y el riesgo de fuga como telón de fondo, Bolsonaro está acorralado mientras aguarda el juicio que afrontará en la Corte Suprema, previsto para antes de principios de septiembre. Las presiones de Trump sobre el Gobierno y la Corte Suprema brasileña pueden haber causado el efecto contrario esperado por el ultraderechista, que esperaba salvarse con apoyo del líder norteamericano.

Las acciones de Trump, que incluyen la persecución al juez Moraes, han tenido un impacto negativo contra Bolsonaro y mejorado el apoyo al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, que asumió el papel de defender la soberanía brasileña contra el líder norteamericano.