Los Veintisiete apoyan el plan de la Liga Árabe para Siria y amplían sus sanciones

Las nuevas sanciones serán publicadas, previsiblemente este martes, en el Diario Oficial de la UE para su entrada en vigor. Las sanciones europeas - congelación de activos financieros y prohibición de entrada a la UE - afectan ya a unos 108 dirigentes del régimen , incluidos el presidente Bashar al Assad y su hermano Maher, identificado como el principal responsable de la represión contra la población civil en Siria, y 38 empresas y sociedades tras esta nueva ronda de sanciones.

Los ministros de Exteriores han saludado, además, la iniciativa presentada por la Liga Árabe para tratar de poner fin a la crisis siria y la intención del organismo regional de recabar el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU para encontrar « una solución política » en este país y han instado de nuevo al régimen de Damasco a cumplir «plenamente» sus compromisos para poner fin «por completo» a la violencia contra la población civil.

En sus conclusiones sobre Siria, los ministros han lamentado «la falta de cooperación» de las autoridades de Damasco con la misión de observadores de la Liga Árabe a las que han instado de nuevo a cumplir «plenamente» sus compromisos adoptados con el organismo regional para poner fin a todos los ataques, retirar al Ejército y tanques de las ciudades, liberar a todos los presos políticos y permitir a los observadores árabes y medios de comunicación moverse «libremente» por el país. Los Veintisiete han saludado, también, la decisión de la Liga Árabe de «ampliar» el mandato de la misión de observación sobre el terreno y «reforzar su capacidad de informar independientemente de la situación».

La UE ya ha advertido en numerosas ocasiones que seguirá reforzando las sanciones contra el régimen de Al Assad hasta que cese la violencia y la represión contra su pueblo. Los ministros de Exteriores de los Veintisiete acordaron en diciembre prohibir dar nuevos «créditos y préstamos concesionales» al Gobierno sirio excepto por motivos humanitarios y «comerciar con bonos públicos» de deuda siria. También prohibieron a las entidades bancarias sirias abrir nuevas sucursales en la UE o impulsar nuevas fusiones conjuntas con entidades europeas y acordaron restringir su apoyo financiero al comercio. Prohibieron, además, las exportaciones de cualquier equipo y tecnologías clave para los sectores de la refinería, exploración y producción de petróleo y gas y para la licuefacción de gas y que las empresas europeas participaran en la construcción de «nuevas plantas eléctricas» en Siria, incluida la asistencia técnica, la financiación de proyectos e inversiones en compañías que participen en dicha construcción.

Los Veintisiete impidieron igualmente «la exportación de equipos y software» destinados a «supervisar Internet y las telecomunicaciones telefónicas por el régimen sirio». La UE ya había suspendido previamente su cooperación con el régimen y los préstamos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) en rondas de sanciones anteriores. También acordó un embargo de armas y de petróleo sirio y prohibir las nuevas inversiones europeas en el sector energético del país con el objetivo de aumentar la presión sobre el régimen para parar la violencia contra la población civil.