En su primera comparecencia justo después de iniciar su mandato, Rutte no quiso definirse como hizo su antecesor, el noruego Jens Stoltenberg, a favor de que se le entregue a los ucranianos armas de largo alcance para utilizarlas contra objetivos en el interior de Rusia.
«Ucrania está librando una guerra de autodefensa, tiene derecho a defenderse, y según la ley internacional ese derecho no termina en sus fronteras, es decir, tiene derecho legítimo de usar armas de largo alcance», pero, por lo que se refiere a las armas que reclama Kiev, «al final es una decisión de cada país. Entiendo que lo pidan, pero es papel de cada aliado decidir. Y creo que una sola arma no decidirá la guerra».
Cuando se le preguntó si se puede decir que Ucrania está ganando la guerra, Rutte argumentó que «la situación difícil sobre el terreno, pero estoy impresionado por lo que han hecho los ucranianos hasta ahora» frente a un enemigo que, según reveló, está sufriendo pérdidas colosales. Según sus datos, «Rusia tiene mil bajas al día» entre muertos y heridos.
Respecto a la posibilidad de que cambien las coordenadas políticas respecto a la guerra de Ucrania en caso de que el republicano Donald Trump vuelva a la Casa Blanca, Rutte dijo que conoce perfectamente a los dos candidatos y que «todos con los que he hablado, tanto en Estados Unidos como Europa, están seguros de que si Rusia gana la guerra, si Putin obtiene lo que quiere, nuestra seguridad estaría comprometida».
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