La medida parece enfocarse en primer lugar a los inmigrantes procedentes de exrepúblicas soviéticas de Asia central, que, en grandes aglomeraciones como Moscú, suelen dedicarse a trabajos de baja cualificación.
Antes de que Putin firmara esta ley, Kirguistán y Uzbekistán habían instado esta semana a sus ciudadanos a no participar en ningún conflicto.
Castigo a los desertores
El presidente ruso también rubricó otra ley que endurece las penas por los delitos cometidos en tiempos de movilización militar y que castigará la rendición voluntaria, la negativa a combatir o la deserción con hasta diez años de prisión.
Estas enmiendas del Código Penal, que habían sido votadas en el Parlamento esta semana, fueron publicadas en el portal legal del Gobierno, por lo que entraron en vigor.
Prevén penas de hasta diez años de cárcel para los soldados que deserten, se rindan «sin autorización» al enemigo, se nieguen a combatir o desobedezcan órdenes en periodo de movilización. Los actos de saqueo también serán castigados con penas de hasta quince años de prisión.
Estos cambios legislativos se produjeron pocos días después de que Putin anunciara una movilización para reforzar a su ejército que lucha en una operación militar en Ucrania.
La orden de movilización, que atañe a unas 300.000 personas según las autoridades, suscitó preocupación entre numerosos rusos, y muchos ciudadanos decidieron abandonar el país.
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