El presidente italiano reprende a Elon Musk y le pide respeto a la soberanía y autonomía de sus jueces

Una frase con cinco palabras del empresario en su perfil de la red social X, de la que es propietario, sirvió para generar una polémica con mucha repercusiones. «Estos jueces tienen que marcharse», escribió Musk, en referencia a los magistrados de Roma que el lunes ordenaron el inmediato retorno a Italia del segundo grupo de inmigrantes (tres egipcios y cuatro bangladesíes) enviado a los centros italianos de Albania. Después, el multimillonario volvió a la carga sobre el mismo argumento, pero acentuando su crítica: «Esto es inaceptable. ¿Vive el pueblo italiano en una democracia o es una autocracia no elegida la que adopta las decisiones?».

A lo largo del día, el comentario del empresario ha generado infinidad de comentarios. La única reacción favorable al propietario de Tesla y de SpaceX ha sido la de Mateo Salvini. «Musk tiene razón», ha afirmado el líder de la Liga. Todo lo contrario han opinado los partidos de izquierda, que han pedido a Giorgia Meloni que se presentara ante el Parlamento a dar explicaciones.

Por la noche, el presidente de la Asociación Nacional de Magistrados, Giuseppe Santalucia, respondió al empresario: «Musk se burló de la soberanía del Estado, espero que intervengan aquellos que se preocupan por la defensa de las fronteras». De esta forma, Santalucía pedía una intervención pública de Giorgia Meloni, que en el pasado se había expresado con dureza contra las injerencias extranjeras en la política italiana, considerándolas inaceptables.

A Elon Musk le ha replicado el presidente de la República, Sergio Mattarella, que ,por su condición de jefe de Estado, es también presidente del Consejo Superior de la Magistratura. «Italia es un gran país democrático y debo reiterar, con las palabras del 7 de octubre de 2022, que sabe cuidarse respetando su Constitución. Cualquiera, especialmente si, como se ha anunciado, va a asumir un importante papel gubernamental en un país amigo y aliado, debe respetar su soberanía y no puede arrogarse el derecho de impartirle normas», se lee en la nota difundida por el Quirinal.

Hace dos años, Mattarella había defendido a Italia después de que la secretaria de Estado para Europa, la francesa Laurence Boone, hubiera dicho, comentando la victoria de Giorgia Meloni: «Vamos a vigilar a Italia sobre los derechos y las libertades». En esta ocasión, las palabras del jefe de Estado son muy duras, al hacer una solemne invitación a respetar la soberanía de su país.

De forma unánime, los partidos políticos han elogiado la intervención del jefe del Estado. Meloni se ha limitado a comentar: «Siempre escuchamos con mucho respeto las palabras del Presidente de la República». Así lo informan fuentes del Palacio Chigi, sede de la presidencia del Gobierno. Las palabras de la primera ministra llegan después de que todos los partidos de oposición hubieran pedido una respuesta de Meloni a la injerencia de su amigo Elon Musk.

Ha sorprendido el ataque del multimillonario Musk, que siempre se ha mostrado obsesionado con Italia y su patrimonio cultural. Especialmente le intriga la historia de Roma. Incluso quiso desafiar en un combate a Mark Zuckerberg en el Coliseo, una operación propagandística nunca realizada. No obstante, sobre todo, Musk tiene en el punto de mira a Italia para realizar negocios millonarios.

Por un lado, el propietario de Tesla pretende producir camiones y furgonetas eléctricas en el país transalpino. Además, por medio de Starlink (la red de satélites de SpaceX), Musk quiere ofrecer servicios de internet de banda ancha, a muy bajos precios, en zonas italianas que están poco atendidas o abandonadas por las compañías telefónicas. El multimillonario estadounidense espera vencer la competencia de las empresas europeas y llegar a un acuerdo de cinco años con el Gobierno Meloni por valor de 1.500 millones de euros, según los medios italianos.

Musk cuenta con el favor del Ejecutivo. El pasado 20 de junio, el Consejo de Ministros aprobó la primera Ley del Espacio, con el objetivo de «colocar a Italia a la vanguardia entre los principales operadores mundiales». El Gobierno Meloni busca que Italia se dote de una «reserva de capacidad de transmisiones mediante comunicaciones por satélite». De esta forma, en caso de apagón de las redes terrestres de internet, se garantizaría el funcionamiento de los servicios estratégicos, militares y civiles con Starlink.