La OTAN garantiza más ayuda a Ucrania para resistir la ofensiva invernal de Putin

Según Rutte, la OTAN «tiene que ayudarles a superar el invierno» para que eso lleve al dictador ruso, Vladímir Putin, «el mensaje de que nunca podrá ganar esta guerra». Shmyhal explicó a los miembros de la OTAN que en Ucrania «nos estamos preparando para un invierno muy duro y muy difícil», ante la perspectiva de que Putin siga «aterrorizando» a la población ucraniana con ataques a la infraestructura civil y energética, como ha venido haciendo en las últimas semanas.

El ministro ucraniano resaltó la necesidad de más interceptores para defenderse de los ataques aéreos rusos y solicitó a sus socios un 'muro antidrones', similar al que la Comisión Europea planea instalar para defender el flanco oriental de Europa ante las crecientes incursiones hostiles.

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Miriam González

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De hecho, los ministros de defensa aliados ya tenían previsto analizar la necesidad de una «adecuación de la defensa aérea integrada» a los nuevos modos de tecnología militar que ha revelado la guerra de Ucrania, ya que los sistemas antiaéreos convencionales son extremadamente caros y pueden verse saturados fácilmente con drones ofensivos que son infinitamente más baratos.

Hasta ahora, los sistemas de la OTAN estaban previstos para aviones en un primer escalón y para misiles balísticos en otro. Ambas amenazas son dispositivos extremadamente caros, por lo que también es limitado el grado de la amenaza. Sin embargo, los drones se han revelado infinitamente mucho más versátiles en funciones ofensivas a pesar de que cuestan relativamente poco.

Ucrania ha pedido a la OTAN drones interceptores y otros del tipo FPV, que son aquellos con los que el piloto está viendo la imagen captada por la cámara del aparato, para su uso en primera línea del frente. El asunto más delicado de la ayuda occidental son, sin embargo, los misiles Tomahawk, que solo tiene Estados Unidos y que permitirían a Ucrania alcanzar objetivos a gran distancia y penetrar en territorio ruso incluso hasta Moscú.

El secretario de Defensa (o de la Guerra, como se llama ahora) de EE.UU., Pete Hegseth, aseguró que Ucrania recibirá «potencia de fuego» gracias a la compra de armas estadounidenses por parte de países europeos, pero no dejó claro si eso incluye ya los misiles. Por parte de la OTAN, el mecanismo que se utiliza para estas transferencias de armamento es la nueva iniciativa Lista de Requisitos Prioritarios para Ucrania (PURL), por el que Washington vende a los aliados europeos ese material para que lo entreguen a Ucrania. El asunto de si los Tomahawk entran o no en el paquete se discutirá mañana en la visita a Washington del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

Hasta ahora, los países más activos en donaciones a Ucrania a través de la PURL son Alemania, Holanda, Noruega, Dinamarca, Suecia y Canadá, que han puesto sobre la mesa una inversión conjunta de 2.000 millones de euros. Otros países han anunciado su intención de sumarse a esta iniciativa. En cuanto a España, la ministra de Defensa, Margarita Robles, declaró que «España va a ser siempre parte de la solución a los problemas y si es necesario entrar en esa iniciativa para ayudar a Ucrania, la prioridad es Ucrania».

Por otro lado, la Comisión Europea presentará este jueves su propuesta de «Preparación para la Defensa».