El OIEA considera «imprescindible» la creación de una zona de seguridad alrededor de la central nuclear de Zaporiyia
Se han encontrado daños cerca de los seis reactores y de los sitios de almacenamiento de desechos nucleares
Vista de la central nuclear de Zaporoyia
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sigue preocupado por la situación en la central nuclear de Zaporiyia, en Ucrania. Según un informe de la agencia de la ONU, que resume los resultados de la última inspección realizada por sus expertos en la ... central nuclear más grande de Europa, son imprescindibles medidas inmediatas para evitar un accidente que resultaría catastrófico y entre esas medidas destaca la creación de una zona de seguridad alrededor de la central. Según un comunicado de la organización, la OIEA está lista para para ocuparse de la organización de una zona de este tipo de inmediato.
Durante la investigación, se han encontrado daños cerca de los seis reactores y de los sitios de almacenamiento de desechos nucleares. Aunque ya se han realizado algunos trabajos de reparación para reparar los desperfectos, estos aún no han sido completados y la situación sigue siendo crítica. «Los técnicos fueron testigos de que varios equipos eléctricos en el área del patio de maniobras resultaron dañados debido a un bombardeo reciente y que las reparaciones de algunos de estos equipos llevarían mucho tiempo, ya que las piezas de repuesto se fabricaban a medida», dice el documento. El último reactor aún en funcionamiento en la central nuclear de Zaporiyia aparentemente ha sido retirado de la red, una medida de carácter preventivo, pero los técnicos del OIEA advierten que eso no garantiza la seguridad de la planta. Durante su visita, los inspectores han certificado además la presencia de personal militar ruso y de vehículos y equipos de las fuerzas armadas rusas, incluidos varios camiones militares en la planta baja de las salas de turbinas de la unidad (reactor) 1 y la unidad (reactor) 2. El objetivo de esta presencia es la supervisión de los técnicos ucranianos en la planta de energía, que por este motivo están sometidos un gran nivel de estrés, lo que a su vez puede conducir a un error humano, alertan. Los inspectores nucleares piden que se retire este equipo militar porque interfiere con posibles operaciones de seguridad en la planta y estos espacios no fueron diseñados para tal uso militar. También han detectado la presencia de personal de la empresa nuclear estatal rusa Rosatom, que critican «porque interfiere con «las líneas normales de mando o la autoridad operativa y crea posibles fricciones con respecto a la toma de decisiones».
«La situación actual es insostenible», dice el informe, que señala que la mejor medida para garantizar la seguridad de las instalaciones nucleares y la población de Ucrania sería poner fin de inmediato al conflicto armado, pero que sugiere que, hasta que se restablezcan las condiciones estables, existe la necesidad urgente de medidas provisionales. «El personal de todas las plantas de energía nuclear de Ucrania ha seguido demostrando resistencia y resiliencia para operar las instalaciones de manera segura en medio del conflicto», alaban los cuatro inspectores que salieron de la planta el lunes, mientras que dos más permanecen en las instalaciones tratando de ajustar en lo posible las medidas de seguridad. Lo más urgente, subrayan, es el establecimiento de la zona de seguridad. «Esto requiere un acuerdo de todas las partes, una zona de protección y seguridad nuclear alrededor de la planta, a pesar de que esté ocupada por fuerzas rusas y desconectada de la red ucraniana desde la tarde del lunes, dado que ha sido escenario de bombardeos de los que Rusia y Ucrania se acusan mutuamente y que suponen un riesgo de desastre radioactivo desde hace meses».
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La OIEA establece en total siete recomendaciones específicas para evitar los riesgos de un desastre nuclear en la planta. «Si bien el bombardeo en curso aún no ha desencadenado una emergencia nuclear, continúa representando una amenaza constante para la seguridad nuclear», ha asentido el director general del OIEA, el argentino Rafael Grossi.