¿Será una mujer la próxima 'premier' italiana?

Para entender como se están componiendo las alianzas para las elecciones es importante volver a recordar como cayó el Gobierno Draghi. Todo empezó cuando los partidos del Gobierno, en el tentativo de distinguirse, introducen en Parlamento temas divisivos no previstos en el programa de emergencia del Gobierno de unidad nacional capitaneado por Mario Draghi.

La divisiones entre los partidos que apoyan el Gobierno se agravan con la posición contraria a las ayudas militares a Ucrania de parte de los Cinque Stelle (Cinco Estrellas) que pierden el Ministro de Exterior Di Maio y 60 diputados y precipitan cuando después de pocas semanas el mismo Partido de Giuseppe Conte rompe la unidad del Gobierno no votando la confianza sobre las ayudas sociales .

La motivación está en que el Partido Democrático (PD) consigue añadir en el decreto ayudas la aprobación de un incinerador a Roma (cuyo alcalde es del PD) para resolver el grave problema ligado a la basura en la Capital, al cual los Cinque Stelle son contrarios.

Desde allí Draghi dimite porque considera que ya no tiene el original Gobierno de unidad nacional, Matarella no acepta las dimisiones y le pide que vuelva al Parlamento.

Allí los Partidos presentan dos mociones: la primera del Partido Democrático que propone reiterar el voto de confianza al Gobierno esperando que los Cinque Stelle repensen su posición, y la segunda de Lega y Forza Italia que proponen la confianza a un nuevo Gobierno Draghi pero sin los Cinque Stelle que consideran no fiables.

El Presidente Draghi por coherencia respecto a su mandato inicial elige la primera moción que no viene votada por los Cinque Stelle y obviamente por la Lega y Forza Italia decretando así la definitiva dimisión del Presidente Draghi y del entero Gobierno.

Bien desde aquí empieza el baile de las acusaciones sobre quién ha sido causa de la dimisión de Mario Draghi, acusaciones que condicionan las alianzas entre partidos.

Alianzas condicionadas también por el 'Rosatellum' la ley electoral firmada por el Partido Democrático que por un 70% es proporcional y por un 30% es uninominal. Por la parte uninominal las coaliciones son necesaria para conseguir el número más alto de colegios.

Bien a pocos días de la Presentación de los símbolos y de los listados de candidatos a las elecciones de los distintos partidos o coaliciones la situación es la siguiente:

El centro derecha compuesto por Forza Italia, Lega, Fratelli d'Italia y otros partidos moderados pequeños vuelve a unirse y esta vez según los sondeos se presenta con el potencial liderazgo de Fratelli d'Italia de Georgia Meloni.

El dentro derecha confirma la antigua regla de que el Partido que tendrá más consenso electoral propondrá el 'premier', también presentará un programa común en el cual se delinean principalmente una reducción de la fiscalidad para las empresas, partidas IVA y las familias, una justicia más rápida con separación de las carreras entre jueces y magistrados de la acusación, una contención de la inmigración, la confirmación del utilizo del PNRR y de la continuidad de una Política internacional atlantista y europea.

De parte del centro izquierda la situación resulta más complicada.

El Partido Democrático, que los sondeos dan inmediatamente por de bajo de Fratelli d'Italia, consciente de que para conquistar los colegios uninominales es necesaria una coalición electoral la más amplia posible, se divide entre la Agenda Draghi y la coalición con partidos que tienen una visión exactamente opuesta.

El Partido Democrático si de una parte excluye un acuerdo con los Cinque Stelle culpada de haber provocado la caída del Gobierno Draghi, intenta sin conseguirlo juntar el Partido moderado liberal de Carlo Calenda, Azione, con los partidos de extrema izquierda, Sinistra italiana y los verdes.

El resultado final es que el perímetro de la coalición de centro izquierda se queda finalmente sin Cinco Stelle y sin Azione que con Italia Viva de Matteo Renzi esta creando una coalición de centro liberal inspirada estrictamente al modelo y a la agenda del presidente Draghi.

Resumiendo a las elecciones irán el centro derecha, que según los sondeos sumarían un 45/46%, el dentro izquierda con Sinistra Italiana, Verdi y Piu Europa más o menos un 34/35%, Cinque Stelle un 10% y el centro liberal de Calenda y Renzi (Azione + Italia Viva), antes de la coalición, un 5/6%

Haciendo hincapié en los sondeos y en la ley electoral parece por lo tanto que el centro derecha es el potencial candidato a ganar las elecciones y en particular Giorgia Meloni podría ser la primer 'premier' mujer de la historia de Italia.

Meloni empieza a sentir entonces una gran responsabilidad debida a la situación económica e internacional muy delicada. Empieza a entender, en particular después de un Mario Draghi, cómo de importante es la credibilidad y la percepción internacional relativamente a su persona y visión política.

Giorgia Meloni, presidenta de los conservadores europeos y de Fratelli de Italia, que ha sido en los últimos años uno de los pocos partidos coherentes no solo está moderando sus tonos sino sobretodo esta confirmando su posición Atlántico/Europea en política internacional y está haciendo declaraciones muy netas a la prensa también internacional sobre la historia de su partido.

«La derecha italiana ha relegado el fascismo a la historia desde hace décadas, condenando sin ambigüedades la privación de la democracia y las infames leyes antijudías. Inequívocamente obviamente también es nuestra condena al nazismo y al comunismo, la única de las ideologías totalitarias del siglo XX que todavía está en el poder en algunas naciones, sobreviviendo a sus trágicos fracasos», ha señalado.

Italia necesita un gobierno estable, un gobierno que como estaba haciendo Mario Draghi sin aumentar el endeudamiento impulse la economía y el trabajo, un gobierno que tenga una visión de futuro y transforme las actuales necesarias ayudas sociales en un proyecto de país que tenga en cuenta los desafíos económicos, demográficos, geopolíticos, energéticos y tecnológicos .

Si se confirmaran los sondeos y fuera Giorgia Meloni la 'premier' , ella y sus 'partner' de gobierno tendrán que tener en cuenta todo esto y mantenerse compactos frente a la difícil situación.

La Meloni hace bien al moderar sus tonos y aclarar sus posiciones porque ya no representaría un partido sino un entero país fuertemente inmerso en un contexto internacional convulso donde Europa no es solo un refugio, sino, si se quiere, una gran oportunidad.