Matanza de Hamás en el festival 'hippie' del sur de Israel: «Pasé doce horas para escapar»

«Viví la tragedia desde el principio. Pasé doce horas tratando de escapar de allí», relata a ABC uno de los artistas del cartel, un músico berlinés que ya ha conseguido llegar a casa después de un fin de semana que jamás podrá olvidar. Estaba dispuesto a conceder una entrevista anónima para relatar todo lo ocurrido, pero ha pedido tiempo para digerir lo sucedido antes de hablar. «Es lógico», dicen desde su sello discográfico. «Ha visto la cara de la muerte delante de él. Es un milagro que esté vivo».

La agencia de 'management' de Martin Freeland, otro artista de origen alemán que estaba en el cartel del festival, confirma a este periódico que tiene la certeza de que todos los músicos participantes están sanos y salvos. Freeland, de nombre artístico A 'Man with no Name', por suerte no llegó a acudir al evento porque actuaba el sábado por la tarde, tal como relata a este periódico. «Mi agente se puso en contacto conmigo mientras estaba en mi habitación de hotel en Tel Aviv y me dijo que había disparos de cohetes en el festival y que no viajara al lugar. Al principio no estaba seguro de qué quería decir exactamente con eso, pero cuando me dijo que todo el mundo estaba corriendo a buscar refugio, se hizo obvio que se trataba de un ataque terrorista. No recuerdo que dijera nada sobre hombres armados en ese momento, así que supongo que fue justo al comienzo del ataque. Poco después sonaron las sirenas en Tel Aviv y tuvimos que ir al refugio del hotel», dijo.

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«Mi vuelo estaba programado para el domingo por la tarde y como no sentía que estaba en peligro inmediato, no pensé en hacer ningún cambio. Por supuesto, al final el vuelo fue cancelado de todos modos. Una persona que estaba en el festival me contó cara a cara cómo había estado escondido durante 16 horas antes de escapar finalmente en un coche, pero que le dispararon desde todas direcciones mientras huía del área… Estoy seguro de que no estaba exagerando, su rostro y tono de voz fueron suficientes para saber que me estaba diciendo la verdad. Ahora estoy en casa, y viendo las imágenes en los canales de noticias doy gracias por no haberme dado cuenta en ese momento de lo grave y horrible que era la situación».

ABC ha podido hablar con un joven israelí que prefiere guardar su identidad y que tenía varios conocidos en el festival. Entre ellos Shani Louk, que aparece muerta y desnuda en uno de los vídeos difundidos por Hamás. «La prensa dice que es alemana, pero tiene la doble nacionalidad», apunta al teléfono desde Haifa. «Vivo cerca de Tel Aviv pero me he venido aquí más al norte para estar más tranquilo. No sé cuándo podré volver». Él estuvo trabajando la noche anterior hasta las tres de la mañana, y a las seis escuchó las primeras sirenas alertando del ataque con cohetes. «Bajé al refugio de mi edificio pensando que duraría un rato y después volveríamos a la normalidad. Al cabo de un rato llegaron noticias de situaciones tensas en la frontera con la franja de Gaza, y después supe lo que estaba ocurriendo en el festival. No podía entender cómo mil quinientos terroristas habían entrado en Israel sin control. Fue un día de horror y pánico, no se puede describir de otra forma. No exagero sigo que no hay una sola persona en Israel que no haya sido afectado o conozca alguien secuestrado o asesinado. Además de mi compañera de trabajo, sé que han sido asesinados algunos ex compañeros de mi instituto, uno de ellos se sentaba conmigo en la clase de inglés».

Este joven, que ahora dice estar aterrorizado ante la perspectiva de que «Irán e Hizbolá se sumen, y de que las ciudades mixtas, donde conviven judíos y árabes, puedan explotar en cualquier momento», está intentando evitar a toda costa ver los vídeos que circulan por las redes sociales. «Sé que Hamás no se encontró con el festival por casualidad», asegura. «Sabían perfectamente donde iban, tenían la intención de cometer una masacre con jóvenes y difundir las imágenes al mundo entero. Ese era su plan. Estoy en shock, y muy triste por los civiles de ambos bandos. Gaza está bajo un dominio terrorista y ahora va a sufrir mucho».

No muy lejos de allí, un jubilado de 69 años llamado Abraham Israel vivió el ataque de Hamás encerrado en casa con su mujer. «Bajamos al refugio al oír la primera sirena. Pensábamos que sería otro bombardeo más, así que cuando terminó la primera oleada subimos de nuevo a casa. Pero después las sirenas siguieron sonando una y otra vez. Nos pasamos el día subiendo y bajando escaleras. Ahora seguimos encerrados, saliendo a la calle sólo para comprar lo justo». Durante todo el fin de semana, Abraham temió por la vida del de hijo de su prima, con quien no pudieron contactar durante dos días. «Encontraron su coche abandonado cerca de la frontera con Gaza, con lo cual nos temimos lo peor. Estábamos convencidos de que lo habían secuestrado pero afortunadamente se había escondido en un refugio y pasó allí dos noches hasta que le rescató el Ejército israelí. Además, un amigo de mi sobrina estaba en el festival de música. Pero consiguió huir corriendo. Es un soldado de las fuerzas especiales y estaba bien preparado físicamente».

«Estuvo corriendo durante más de veinte kilómetros hasta que encontró un lugar seguro, encontrándose cadáveres por el camino. Lo que está ocurriendo era inimaginable. Están matando a familias enteras. Nunca había habido un pogromo de estas dimensiones desde el Holocausto. Yo creo que Palestina tiene derecho a tener su propio Estado, me he manifestado contra el actual gobierno en los últimos meses, pero ahora hay que reclamarle que tome las medidas militares para destruir Hamás y que esto no vuelva a ocurrir nunca».