Macron y Von der Leyen piden a Xi Jinping que «haga entrar en razón a Rusia»
Acompañado de una amplia delegación empresarial, el presidente francés se reúne en Pekín con su homólogo chino para que medie con Putin y pare la guerra de Ucrania
La guerra de Ucrania centra la visita de Von der Leyen y Macron a China
Tal y como había prometido antes de su viaje a Pekín, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha pedido a su homólogo chino, Xi Jinping, que «devuelva el sentido común a Rusia» para poner fin a la guerra de Ucrania. En la ... reunión que ambos han celebrado este jueves en el Gran Palacio del Pueblo, Macron ha aprovechado los primeros minutos, abiertos a la Prensa, para lanzar su contundente mensaje. «Sé que puedo contar con usted para que le devuelva el sentido común a Rusia», instó a Xi ante las agencias internacionales que cubrían el inicio del encuentro.
«Tenemos que encontrar una paz duradera, es decir, una paz que respete las fronteras internacionalmente reconocidas y que evite cualquier forma de escalada. Y creo que es una cuestión también importante para China, tanto como para Francia y Europa. Esta paz, esta estabilidad, es la que estamos tratando de lograr», declaró el presidente galo apelando a la cercanía de Xi Jinping con Putin.
Hace solo dos semanas, ambos se reunieron en Moscú, donde Xi presentó al presidente ruso su plan de paz de doce puntos para Ucrania. Aunque Occidente recela de dicha propuesta por el apoyo chino a Rusia y Putin incluso ha anunciado el despliegue de armas nucleares estratégicas en Bielorrusia, Macron le da crédito a la oferta de Pekín. Preocupado por «una irremediable espiral de crecientes tensiones», cree que «a China no le interesa una guerra larga» y confía en que juegue un «papel crucial» para detenerla, como le dijo a los periodistas tras aterrizar en Pekín este miércoles.
A pesar de su relevancia, dicha declaración de Macron no figura en el primer comunicado de la reunión distribuido por el Ministerio de Exteriores chino, que es muy breve y solo resume la intervención de Xi Jinping. «El mundo atraviesa hoy una profunda transformación histórica. China y Francia son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y potencias con una tradición de independencia. Ambas son firmes defensoras de un mundo multipolar y con una mayor democracia en las relaciones internacionales», apeló Xi a la autonomía diplomática de París para intentar abrir una brecha con Estados Unidos.
Distanciar a la UE
Buscando distanciar a la Unión Europea de la unidad que, hasta ahora, ha mostrado con Washington en la guerra de Ucrania, Xi confió en que China y Francia «tienen la capacidad y responsabilidad para superar sus diferencias y obstáculos, mantener la dirección general de una alianza estratégica que sea estable, mutuamente beneficiosa, emprendedora y dinámica, y practicar el verdadero multilateralismo por la paz global, la estabilidad y la prosperidad».
Para ello, y consciente de que Macron ha acudido a Pekín con medio centenar de grandes empresarios, el presidente chino recordó que ambas partes han visto durante los últimos años «un crecimiento robusto del comercio bilateral e importantes resultados por la cooperación aeroespacial, en aviación, agricultura, alimentos y otras áreas». Además, declaró que «los dos países mantienen una estrecha comunicación y coordinación en asuntos como el cambio climático, la biodiversidad y el desarrollo de África»Su reunión bilateral era el momento cumbre de la apretada agenda en Pekín de Macron, quien también se entrevistó en el Gran Palacio del Pueblo con el nuevo primer ministro chino, Li Qiang, y el presidente de la Asamblea Nacional Popular, Zhao Leji. Además de apadrinar con Xi Jinping la firma de importantes acuerdos comerciales, Macron celebró con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, un encuentro trilateral con el presidente chino en el que ambos intentaron convencerle para que medie con Putin.
«Como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, y debido a su amistad con Rusia, China tiene la responsabilidad de jugar un papel en Ucrania», señaló Von der Leyen tras el encuentro trilateral en una rueda de prensa convocada en la Delegación de la UE en Pekín. Para ello, pidió a Xi Jinping que hable con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, como este le ha solicitado, y desveló que ha prometido hacerlo «cuando se den las condiciones oportunas». De igual modo, confió en que «China no proporcione armas, ni directa ni indirectamente, al agresor» y dejó claro que la alianza con EE.UU. y la OTAN sigue igual de fuerte porque «compartimos valores comunes».
A pesar de su duro discurso de la semana pasada contra el autoritario régimen del Partido Comunista, Von der Leyen no cree que sea «ni viable ni deseable» desacoplarse de China. Pero sí insistió en que es necesario «reducir los riesgos» y recordó el creciente desequilibrio comercial de la UE, cuyo déficit con el gigante asiático se ha triplicado en diez años hasta ascender a 400.000 millones de euros.
Para atajar esa situación, anunció que Bruselas vigilará más su dependencia y la exportación de tecnología sensible y pidió igualdad en el trato a las empresas europeas en China. Citando otro de los temas más sensibles para Pekín, Von der Leyen también le mostró a Xi Jinping su preocupación por «el deterioro de los derechos humanos, especialmente en Xinjiang». Pero, evidentemente, toda crítica suena más baja cuando la UE busca la ayuda de China en Ucrania.
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